Cómo hacer crecer tu dinero con bajo riesgo (y sin volverte loco)

Siempre que hablo de hacer crecer tu dinero, empiezo con la siguiente frase:

Ahorrar no basta, ni bastará.

La verdad, esta frase apunta a dos ideas clave. Primero, que si únicamente ahorramos, no estamos tan bien como creemos. Y segundo, que el ahorro por sí solo no basta para crear un patrimonio. La solución, por supuesto, es la premisa de que debemos invertir nuestro dinero, y hacerlo siempre.

El ahorro es fundamental, ya que, si no tienes ahorros, ¿cómo planeas invertir? Sin embargo, existe un deterioro del dinero que ocurre de forma natural y silenciosa para quien no lo conoce: la inflación.

La inflación es la pérdida de poder adquisitivo de tu dinero a través del tiempo. En palabras más sencillas: el dinero que tienes hoy no te permitirá comprar lo mismo en un año.

Por ejemplo, hace un año yo compraba dos manzanas verdes (mis favoritas) por el equivalente a 1 dólar. Hoy, para comprar esas mismas manzanas, necesito 1.05 dólares, es decir, 5 centavos más. En este ejemplo hipotético, la inflación es del 5 %. ¿Parece poco, verdad?

hacer crecer tu dinero con inteligencia persona con un billete de 100 dólares en mano apuntando hacia el

Ahora imagina que quieres comprar un producto X que hoy cuesta 1,000 dólares. Probablemente el año que viene costará un poco más. ¿Cuánto más? Depende de muchos factores, pero bien podría costar 1,050 dólares, y la inflación seguiría siendo del 5 %. Y ya ni hablar si quieres comprar algo más costoso, o un producto que después de un año tenga una inflación del 20 % y, en vez de 1,050, cueste 1,200. Como digo, depende del producto, del contexto económico del país y de muchísimos otros factores.

Pero la inflación siempre estará presente, lo queramos o no. Entonces, es mejor prepararse, ¿no?

Cómo invertir para hacer crecer tu dinero, de forma sencilla

Para hacer frente a la inflación existe una única regla, y es sumamente sencilla: invierte tu dinero. Y asegúrate de que el rendimiento de tu inversión sea siempre superior a la inflación.

Por ejemplo, en mi país, República Dominicana, la tasa de inflación para 2024 fue del 3.44 %. Esto significa que cualquier instrumento de inversión regulado que yo elija y que supere ese porcentaje me es favorable. En mi caso particular, obtengo cerca de un 10 % casi sin riesgo utilizando fondos de inversión abiertos (aquí se les conoce como SAFI o AFI).

Algo parecido ocurre en países que están mucho más desarrollados en estos temas, como México (con Cetesdirecto y SOFIPOs) o Colombia (con CDTs digitales). Cada país es diferente, y tanto la inflación como las tasas de rendimiento varían, por eso debemos educarnos financieramente para cumplir esta regla de oro: ganarle a la inflación.

Y agrego la palabra «siempre» porque hoy en día existen instrumentos de inversión con muy poco riesgo, o casi nulo, donde podemos poner nuestro dinero.

Aquí tengo que aclarar otro mito financiero muy arraigado: la idea de que para invertir necesitas dejar tu dinero «parado» durante años o necesitas mucho dinero. Nada más lejos de la realidad. Para que tengas una idea, yo tengo inversiones de las que puedo sacar el dinero de lunes a viernes, otras una vez al mes, cada tres o seis meses, y por supuesto, otras que deben permanecer allí durante años y podrías empezar con 5 o 10 mil pesos aquí en República Dominicana, sólo debes investigar.

Y en todas mis inversiones les gano a la inflación de mi país, que ha rondado entre el 3 % y el 5 % en los últimos años. Es una forma sencilla de hacer crecer tu dinero, sin tantas vueltas.

El gran malentendido que alimenta las estafas

Toda inversión conlleva un riesgo; que sea bajo no significa que no exista.

El gran problema, y la razón por la cual muchas personas caen en estafas, es la falsa creencia de que al invertir, el dinero se multiplica mágicamente y de forma exponencialmente rápida. Por ejemplo, muchos creen que invirtiendo 1,000 dólares, al cabo de un año obtendrán otros 1,000 de ganancia (un rendimiento del 100 %).

La realidad es que no. De hecho, si llegas a obtener 100 dólares en ganancias (un 10 %), ya es un resultado excelente y cercano a la realidad.

Esta expectativa de grandes ganancias en poco tiempo es el cebo que las plataformas y negocios fraudulentos usan a la perfección. Si quieres detectar una estafa en menos de 5 minutos, toma nota:

  • Si te ofrecen rendimientos semanales (por ejemplo, un 1 % o más), probablemente es una estafa. Una inversión que ofrece un 1 % semanal rinde más de un 50 % al año, y eso es imposible. Te reitero: si logras un 10 % al año, ya estás más que bien.
  • Si te ofrecen ganancias aseguradas (por ejemplo, «en 6 meses recuperas el 100 % de tu inversión»), ¡corre! Eso significa un rendimiento del 200 % al año.

Podría seguir con una lista interminable, pero el patrón es siempre el mismo: te ofrecen ganancias imposibles para que tú creas que puede hacer crecer tu dinero fácilmente, con su pizca de mensaje motivacional sobre «la libertad financiera» y más vainas. Quédate con esto:

Si parece muy bueno para ser verdad, es porque probablemente no lo es. No pongas tu dinero allí.

Las ganancias al utilizar instrumentos regulados y legales (los que yo uso y recomiendo) pueden ofrecerte un 10 % o un poco menos, pero se trata de invertir con bajo riesgo.

Y por cierto, no caigas en la trampa que usan muchos estafadores. Te manipulan diciendo: «esta inversión tiene mucho riesgo, pero también muchas ganancias, ¡quien no arriesga no gana!». Esto es una media verdad. Si bien es cierto que a mayor riesgo suele haber mayor potencial de ganancia, la diferencia radica en que las «inversiones» que ellos promueven no están reguladas y no son legales.

Y ni hablar de los mensajes motivacionales que vienen después de esa frase para nublar tu juicio.

No necesitas ser un experto en la bolsa de valores para que tu dinero crezca. La realidad es muy diferente. La clave, y perdona que insista tanto en esto, es una sola: debes invertir tu dinero en instrumentos regulados y legales.

Y tienes que comprobarlo por tu propia cuenta, no dejar que nadie más te lo diga. En todos nuestros países existen instituciones que regulan las inversiones. Aunque tengan nombres diferentes, su función es la misma: proteger a los inversionistas ante posibles estafas, autorizar a las empresas a operar según las leyes y garantizar tu dinero (hasta cierto monto).

Otro mito, que creo que ya ha quedado claro, es que para ganar más hay que tomar grandes riesgos. La realidad es que, a menudo, lo único que necesitas es invertir en un lugar seguro y ser constante, y tu dinero crecerá a un ritmo saludable y lógico.

Es entonces cuando llega la magia del interés compuesto, que multiplica tu dinero al cabo de varios años. No te obsesiones con el «cuándo»; enfócate en hacer aportes recurrentes en un lugar regulado, y ir diversificando poco a poco tus inversiones.

Un factor clave: la diversificación

No pongas todo tu dinero en un mismo lugar. Hacerlo conlleva un mayor riesgo, incluso en instrumentos seguros. Lo ideal es distribuir tu capital de acuerdo a tu perfil de riesgo y tu tolerancia a la incertidumbre. No es lo mismo invertir en un fondo abierto de bajo riesgo que te ofrece un 10 % anual, que ponerlo todo en acciones de una sola empresa como Google, donde el precio fluctúa mucho más.

Dato clave: Un estudio del CFA Institute indica que diversificar reduce hasta en un 30 % la exposición al riesgo sin comprometer el rendimiento. (Fuente: CFA Institute – Diversification).

Define un objetivo para tus inversiones

Antes de invertir, piensa qué quieres lograr. Yo sugiero que el primer objetivo de cualquier persona sea construir una base sólida para sus finanzas, y eso se logra creando un fondo de emergencias. Una vez que tienes esa red de seguridad, puedes empezar a invertir para todo lo demás que te importe: un viaje, una casa o un carro.

Instrumentos de inversión fáciles y con poco riesgo

Lo de fácil es relativo a otros instrumentos más sofisticados realmente, no hay nada fácil en esta vida. Sin embargo si quieres hacer crecer tu dinero, mediante métodos totalmente regulados, que yo lo sugiero así, sin duda alguna los siguientes instrumentos financieros son algunas de las opciones que podrías considerar, pero ¡ojo! no te quedes únicamente con una sola opinión, busca alternativas de acuerdo a tus capacidades y posibilidades, y recuerda siempre tener un pensamiento critico y saber que es imposible obtener buenos resultados sin investigar, y sin ser constante.

1. Cuentas de ahorro de alto rendimiento

Este es un instrumento prácticamente seguro. Antes de abrir una, revisa las calificaciones de riesgo de la institución, que indican su salud financiera. La regla de oro es que la tasa de rendimiento sea superior a la inflación. Por ejemplo, si la inflación es del 4 %, una cuenta que te ofrezca un 5 % o 6 % es una opción aceptable y segura.

Son ideales para tu fondo de emergencias si quieres evitar la (mínima) volatilidad de un fondo de inversión.

Ten cuidado con los requisitos, a veces ocultos, en dónde simplemente para pagarte un 5% por ejemplo, te exigen tener cierta cantidad de dinero, y en ocasiones puede ser muy elevada, he visto algunas que requieren el equivalente a más de 3 mil dólares, así que investiga y lee la letra pequeña por favor.

2. Certificados de depósito (CDs o CDTs)

En muchos países pueden tener un nombre diferente, pero su función es la misma: obtienes un rendimiento a cambio de guardar tu dinero en este instrumento por un plazo fijo (1, 3, 6 meses, o hasta un año).

El rendimiento suele ser superior al de las cuentas de ahorro porque tu dinero queda inmovilizado. Un 5 % a 8 % es lo habitual. De nuevo, si la tasa supera la inflación, es una forma segura de hacer crecer tu dinero, siempre y cuándo la institución dónde decidas abrirla tiene su cuentas claras y su calificación de riesgo es saludable, debes investigar.

La rentabilidad es fija y garantizada desde el principio, precisamente por esa inmovilización de los fondos.

3. Fondos de inversión abiertos

Los fondos de inversión son un instrumento muy válido y, a menudo, de bajo riesgo, aunque esto siempre depende de la institución que los gestiona. En República Dominicana, por ejemplo, existen las SAFI (Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión), comúnmente conocidas como AFI.

Para que te hagas una idea, este es el instrumento que yo utilizo para organizar mis finanzas a corto y mediano plazo, cosa que ya explique con el método RAO para organizar tus finanzas personales. Lo divido en tres fondos principales:

  • Mi fondo del mes: Aquí deposito el dinero que, según mi presupuesto, voy a gastar en el mes (pueden ser 500, 1,000 o 2,000 dólares, dependiendo de tus ingresos, y por supuesto el equivalente en pesos es que me refiero). En este instrumento, obtengo en promedio un 10 % de rentabilidad anual en pesos. Hago aportes y retiros frecuentes, pero no hay problema, ya que puedo retirar el dinero de lunes a viernes sin ninguna penalidad, además este fondo también le hago aportes recurrentes básicamente es con lo que manejo mi presupuesto personal.
  • Mi fondo de emergencias: Este es un fondo que no toco, salvo por una emergencia real. Allí tengo el equivalente a entre 3 y 6 meses de mis ingresos totales para afrontar cualquier eventualidad (ojito, no solo mis gastos). Su rentabilidad también ronda el 10 % y puedo retirar el dinero una vez cada 30 días, dentro de un rango de fechas específico (por ejemplo, del día 20 al 25 de cada mes).
  • Mi fondo para invertir: Es parecido a mi fondo de emergencias en cuanto a la liquidez (cada 30 días), pero su propósito es diferente. Aquí acumulo dinero para luego invertirlo en otros instrumentos, como la bolsa de valores de Estados Unidos o la bolsa de valores local. Por ejemplo, puedo hacer aportes de 50 dólares al mes durante un año y, una vez transcurrido ese tiempo, retiro el total y lo envío a un bróker para comprar acciones o ETFs que ya he analizado y se ajustan a mi plan de inverisón, y perfíl como inversionista.

Básicamente, puedes crear un fondo para cada cosa que consideres importante. Te comparto mi realidad a modo de inspiración, pero nunca te recomendaré hacer exactamente lo mismo que yo. Mis objetivos y mi enfoque pueden ser, y probablemente son, diferentes a los tuyos. A mí me gusta la organización, tener todo dividido, y mi perfil de riesgo es de moderado a alto.

El ciclo del dinero, en mi caso, obedece a un sistema propio que he denominado el «método RAO». Es un sistema que me tomó años construir y perfeccionar, y funciona de la siguiente manera:

  1. Recepción del ingreso: Cada vez que recibo mi sueldo, el dinero va directamente a mi «fondo del mes». Desde allí se gestionan todos los gastos planificados, incluido el ahorro en primer lugar, tal y cómo muestro en mi presupuesto personal.
  2. El fondo de emergencias: Se mantiene intacto la mayor parte del tiempo (no lo toco).
  3. Alimentando el fondo para invertir: Al final del mes, reviso lo que queda en el «fondo del mes». Si logré mi meta de ahorro del 17 % o si recibí algún ingreso extra (fuera de mi presupuesto), ese excedente se transfiere a mi «fondo para invertir». Una vez allí, decido si lo envío a la bolsa de valores de Estados Unidos o si lo invierto en el mercado local.

Así lo considero: un ciclo virtuoso.

Sin embargo, tómalo con pinzas. Esto es simplemente una forma de compartir mi experiencia personal. Tu sistema puede ser parecido o tomar una ruta completamente diferente. Por eso me enfoco tanto en promover el pensamiento independiente, crítico y objetivo, siempre de acuerdo a tu propia realidad, tus capacidades y tu experiencia. Y es una forma posible de hacer crecer tu dinero, el crear un ciclo para planificar y organizar tus recursos.

4. Fondos indexados y ETFs de bajo costo

Si estás dispuesto a asumir un poco más de riesgo, están los fondos indexados y los ETFs. Estos existen en los mercados de valores de la mayoría de países (en el mío no). Tomando como ejemplo a Estados Unidos, el S&P 500, que es de los más famosos, ha obtenido una rentabilidad histórica del 7-10 % anual (en dólares). Lo mismo ocurre con ETFs populares como VOO.

Si decides usar estos instrumentos y no existen en tu país, por favor, toma en cuenta un factor crucial: las comisiones por enviar dinero al extranjero.

Por ejemplo, para hacer una transferencia desde República Dominicana a EE. UU., pago una comisión de entre 50 y 100 dólares (sin importar el monto), más un impuesto del 0.15 % sobre la cantidad enviada. Por esto es la estrategia en mi caso de mi fondo para invertir.

persona que lee sobre economia y ve acciones en la bolsa
Foto de Sortter en Unsplash

Veamos el impacto real:

  • Monto a enviar: 2,000 USD
  • Costo de la transferencia: 50 USD
  • Impuesto (0.15 %): 3 USD
  • Costo total para invertir: 2,053 USD

Esos 53 dólares extras representan un 2.65 % de mi inversión inicial. Esto significa que si mi inversión obtiene un rendimiento del 10 % en el año (200 dólares), mi ganancia real no son 200 dólares. Primero debo restar los 53 de costos, lo que deja mi ganancia neta en solo 147 dólares. Mi rendimiento real no fue del 10 %, sino del 7.35 %. ¡El costo inicial se comió una parte importante de mi ganancia.

Un 10% de rendimiento, el real y neto es un 7.35% (10-2.65), eso debes tenerlo en cuenta (es casi un 30 % del total de la ganancia).

Ahora haz el ejemplo con el envío de 500 dólares al exterior desde República Dominicana y sé que en otros países cómo Panama, es muy parecido, por ejemplo:

Veamos el impacto real si quisieras invertir 500 dólares:

  • Monto a invertir: 500 USD
  • Costo fijo de la transferencia: 50 USD
  • Impuesto (0.15 % sobre 500 USD): 0.75 USD
  • Costo total para invertir: 550.75 USD

Esos 50.75 dólares en costos representan un 10.15 % de tu inversión inicial.

¿Qué significa esto?

Significa que tu inversión necesita generar un rendimiento superior al 10.15 % solo para cubrir los gastos de envío y empezar a darte ganancias. Si tu inversión rinde un 10 % en su primer año (lo cual es un excelente resultado), habrías ganado 50 dólares. Sin embargo, como el costo de enviar el dinero fue de 50.75 dólares, terminarías con una pérdida neta.

En resumen, al enviar montos pequeños al extranjero, los costos fijos de transferencia consumen un porcentaje tan alto de tu capital que pueden anular por completo las ganancias de tu primer año. Por eso, para invertir en el extranjero, es mucho más eficiente acumular una suma mayor en tu país (usando instrumentos locales) y luego hacer una sola transferencia grande, en lugar de muchas pequeñas.

Por eso, mi sistema de gestión financiera, a través del método RAO y mi «fondo para invertir», está diseñado precisamente para solucionar este problema.

Lo que hago es acumular el dinero, manteniéndolo siempre invertido en el mercado local (porque el dinero nunca debe estar quieto) en un instrumento regulado donde me siento cómodo. Y solo cuando he reunido una suma considerable, cada año o año y medio, es cuando realizo la transferencia al exterior.

De esta forma, minimizo el impacto de las comisiones y maximizo el rendimiento real de mi capital. Esa es mi realidad, y la tuya puede ser diferente porque tal vez no pagas comisiones, o por otros motivos, cada uno debe adaptarse a lo que le toca.

5. Bonos del gobierno y corporativos: la inversión segura y predecible

Existe un método de inversión conservador y con una probabilidad prácticamente nula de perder tu dinero: los bonos. En esencia, cuando compras un bono, le estás prestando dinero a un gobierno o a una gran empresa a cambio de que te paguen intereses durante un tiempo determinado.

Características Principales:

  • Alta Seguridad: Especialmente en el caso de los bonos del gobierno, el riesgo es mínimo, ya que es muy improbable que un país no pague sus deudas. Si decides invertir en bonos corporativos, el riesgo depende de la salud financiera de la empresa, por lo que debes investigarla a fondo.
  • Rendimiento Fijo y Predecible: A diferencia de las acciones, el retorno de un bono es fijo y se conoce desde el principio. Sabes exactamente cuánto interés (o «cupón») recibirás y cuándo. No importa lo que pase en el mercado, si la entidad goza de buena salud financiera, tus intereses serán pagados en el plazo y forma acordados.
  • Barrera de Entrada Alta: Su principal desventaja. Normalmente, para acceder a ellos de forma directa se necesitan grandes capitales. Por ejemplo, en un momento determinado, el gobierno dominicano emitió letras (un tipo de deuda) a 10 años con un rendimiento anual garantizado del 16 %. El problema era que el monto mínimo para entrar era de 1 millón de pesos (unos 16,000 dólares en ese momento).
  • Plazos Largos: Generalmente, son inversiones a mediano o largo plazo, de 5 años en adelante, lo que implica que tu dinero estará comprometido durante ese tiempo (aunque a veces se pueden vender en el mercado secundario).

Estos instrumentos son regulados y se gestionan a través de los puestos de bolsa locales. Sin embargo, en mercados como el dominicano, la oferta aún es limitada. Recién hace un par de años salió la primera empresa a la bolsa para comprar acciones, y hasta ahora solo hay dos. En cuanto a bonos corporativos, la oferta también es escasa.

Donde sí hay una buena cantidad de opciones es en los instrumentos gubernamentales (bonos, letras, certificados), pero casi siempre presentan esa barrera de entrada de la que hablo: un monto inicial elevado y plazos largos.

¿Son para ti?

Existen formas de acceder a estos métodos con menos capital, principalmente a través de fondos de inversión que se especializan en bonos. Sin embargo, la inversión directa casi nunca es una opción para el pequeño inversionista.

Por eso, es crucial adaptarse a lo que podemos hacer y entender cómo funciona cada instrumento para saber si se alinea con nuestros intereses y objetivos. Si tienes el capital y el plazo se ajusta a tus necesidades, los bonos son una forma excelente de hacer crecer tu dinero de forma segura y relativamente fácil.

6. Invertir en tu fondo de pensiones: el poder del largo plazo

En los últimos años, realizar aportes voluntarios a los fondos de pensiones (conocidos en República Dominicana como AFP) se ha vuelto una opción cada vez más popular. Aunque estos instrumentos existen desde hace mucho tiempo, las empresas que los gestionan (las AFP) han modernizado y comunicado mejor sus beneficios. Es una estrategia de inversión pura para el retiro.

Características Clave:

hombre sorpresa
Foto de krakenimages en Unsplash
  • Inversión a muy largo plazo (La gran condición): Este es el punto más importante que debes entender. El dinero que aportas de forma voluntaria queda bloqueado hasta que alcanzas la edad de jubilación. Salvo contadas excepciones y con mucha burocracia, no podrás acceder a él antes de tiempo. Es una apuesta a tu «yo» del futuro.
  • Rendimiento potenciado por beneficios fiscales: Aquí es donde reside su gran atractivo. Cuando se dice que el rendimiento es «muy bueno» o superior al del mercado, no es porque los gestores tengan una bola de cristal. El verdadero poder viene de dos fuentes:
    1. Ventajas fiscales: Tus aportes voluntarios suelen ser deducibles de impuestos. Esto significa que pagas menos impuestos hoy, lo que equivale a una ganancia inmediata y garantizada sobre tu aporte.
    2. Posible aporte del empleador (Employer Match): En algunos países, como en EE. UU. con sus planes 401(k), las empresas incentivan este ahorro igualando tus contribuciones. Si tú aportas un 5 % de tu sueldo, ellos aportan otro 5 %. Este es, literalmente, un rendimiento del 100 % sobre tu dinero, algo imbatible. (Es crucial investigar si esta práctica existe en tu país y bajo qué condiciones, ya que no es común en todos los mercados).
  • Proceso Sencillo: La forma de aportar suele ser muy fácil. A menudo, puedes solicitar a tu empleador que deduzca los aportes voluntarios directamente de tu nómina, automatizando así el proceso de inversión. O tu hacerlo de forma periódica y automática desde tu cuenta, nómina o cualquier otra.

En resumen, invertir en tu fondo de pensiones es una excelente opción si tu horizonte es el retiro. La combinación de crecimiento a largo plazo y los potentes beneficios fiscales lo convierten en una herramienta muy poderosa, siempre y cuando comprendas y aceptes que tu dinero no estará disponible por décadas.

No busques un camino fácil: es un error para hacer crecer tu dinero

Buscar «inversiones fáciles» es un error. Sé que la palabra es llamativa, pero uno de los peores errores que puedes cometer es intentar encontrar una solución mágica y perfecta que, además, te garantice los rendimientos. Simplemente, no existe. No hay una estrategia universal, porque cada uno de nosotros tiene una realidad diferente.

Observa los detalles: para yo invertir en la bolsa de valores desde mi país, debo pagar altas comisiones. Para una persona con un trabajo estable en el sector público, quizás la opción de aportar a su fondo de retiro es casi perfecta. Ni tú ni yo somos iguales. Por eso, es tu responsabilidad investigar lo suficiente para comprender cada instrumento y decidir si te conviene, cuándo invertir y cómo hacerlo. Son muchas variables, y la responsabilidad es tuya.

Luego está la inflación. Tu dinero pierde valor, lo quieras o no. Es un factor que, si no consideras en tu estrategia, erosionará tu poder adquisitivo rápidamente. No basta con guardar el dinero; tienes que hacerlo crecer para, como mínimo, mantener su valor.

El valor de invertir a largo plazo: La magia del tiempo

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Mucha gente piensa que invertir es para hacerse rico rápido. La verdad es otra: invertir es la mejor herramienta para que tu esfuerzo de hoy valga mucho más mañana. Es la diferencia entre avanzar y quedarte estancado. Es el secreto de los ricos, y parece magia negra, pero no lo es, es simplemente matemáticas.

Para entenderlo, volvamos con nuestro amigo Luis, que gana 24,000 pesos al mes.

Escenario 1: Luis decide invertir

Luis empieza a invertir un porcentaje de su sueldo en un fondo que le da un 10 % de rendimiento al año. Veamos qué pasa con su dinero en 5 años si es constante:

AñosInvirtiendo el 5% (1,200/mes)Invirtiendo el 10% (2,400/mes)Invirtiendo el 17% (4,080/mes)
115,07830,15751,267
592,924185,848315,943

Al cabo de 5 años, si invierte el 17 % de su sueldo, Luis tendrá más de 315,000 pesos. ¡Un resultado increíble! Pero la historia no termina aquí.

Escenario 2: Luis solo ahorra (y la inflación ataca)

Ahora, ¿qué pasa si Luis, en vez de invertir, solo guarda ese mismo dinero en casa o en una cuenta que no le da intereses?

Aquí entra en juego el enemigo silencioso: la inflación. Digamos que es de un 3 % al año. Esto significa que cada año, su dinero compra un 3 % menos de cosas.

La comparación final: invertir vs. solo ahorrar

Veamos el resultado final después de 5 años, comparando qué pasa si Luis invierte el 5 % de su sueldo contra qué pasa si solo lo ahorra.

Acción (Ahorrando 1,200 al mes)Monto final acumuladoPoder de compra real (lo que vale hoy)
Solo ahorrar (sin ganar intereses)72,000 pesos62,109 pesos (Perdió valor)
Invertir92,924 pesos80,160 pesos (Ganó valor)

En resumen:

Al solo ahorrar, Luis no solo acumuló menos dinero, sino que su esfuerzo le hizo perder poder de compra. La inflación se comió el valor de su trabajo.

Al invertir, no solo protegió su dinero de la inflación, sino que además aumentó su poder de compra real. Su dinero trabajó para él.

Invertir a largo plazo no es una carrera de velocidad, es un maratón donde el tiempo y la constancia se convierten en tus mejores aliados.

Una estrategia segura: educación financiera y empezar poco a poco

Repito, no hay una fórmula mágica ni un camino certero para todo el mundo. Aunque, siendo objetivos, hay muchas similitudes en los principios: ganarle a la inflación e invertir a largo plazo son metas comunes. Lo que cambia son las perspectivas y circunstancias de cada persona.

Pero si me preguntas, te puedo asegurar que, sin importar tu capital inicial, más temprano que tarde tu camino te llevará a invertir en la bolsa de valores de Estados Unidos o en instrumentos ligados a ella. ¿Por qué? Porque en los últimos 100 años ha demostrado ser de las mejores opciones.

Por ejemplo, invertir desde República Dominicana en dólares casi te protege de la inflación local por partida doble. El dólar, en promedio, sube un 3 % anual frente al peso. ¿Y de cuánto es la inflación promedio? También de un 3 %.

Esto significa que, solo por tener tu dinero en dólares, ya estás mitigando la pérdida de valor de tu moneda local, incluso antes de contar las ganancias de la inversión (aunque siempre hay que restar impuestos y comisiones). Como ves, son muchas las variables que debes analizar según tu situación.

Mi invitación es a que te empeñes en hacer crecer tu dinero, y la mejor forma es invirtiéndolo. Y hacerlo siempre, el 100 % de las veces, porque si no, la inflación se comerá tus ahorros.

Empieza hoy con lo que puedas, de acuerdo a tus posibilidades y conocimientos, pero empieza. Infórmate bien para no caer en estafas, para comprender cada instrumento y para entender cómo se adapta a tus objetivos, tus intereses y tus plazos.

Nos vemos, o nos leemos, palabra. — Daury

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