La mayoría de las personas, al comenzar su vida laboral, dependen únicamente de una fuente de ingresos. Sin embargo, esto es un error. A medida que avanzamos en la vida, debemos buscar y desarrollar nuevas fuentes de ingreso, porque depender solo de una puede convertirse en un problema grave para nuestro «yo» del futuro.
Lo ideal es que, mientras tenemos un empleo, desarrollemos nuevas fuentes de ingreso sin renunciar a la seguridad del trabajo actual. Hacer esto requiere un esfuerzo considerable, ya que el día solo tiene 24 horas, de las cuales una tercera parte debemos dedicarla al descanso, y por cierto, dormir bien es fundamental. Dado que nuestro tiempo diario es limitado, aprender a priorizar tareas es clave para aprovecharlo al máximo. Esto implica hacer sacrificios en el presente para lograr bienestar en el futuro.
No me malinterpretes, quiero ser claro y conciso: obtener otras fuentes de ingresos requiere tiempo y esfuerzo, no es algo que se logre de la noche a la mañana.
Podemos crear otras fuentes de ingresos sin afectar con demasía nuestra estabilidad laboral, y es lo que veremos mas adelante.
Fuentes de ingresos extra: cómo empezar sin dejar tu trabajo
Obtener otras fuentes de ingresos depende enteramente de tu punto de partida. No es lo mismo una persona que trabaja de 8 a 5 en una fábrica de zapatos, sin otras habilidades desarrolladas, que alguien con un empleo en una empresa grande en un puesto directivo, o en un call center bilingüe con dominio del inglés.
Es fundamental conocer nuestro punto de partida para diseñar una ruta optimizada y construir nuevas fuentes de ingresos.
Y esto no solo aplica al ingreso laboral, sino también a las inversiones. No es lo mismo empezar con 1,000 dólares, lo cual permite construir un portafolio a largo plazo, que contar con 20,000 o 50,000 dólares provenientes de ahorros o una herencia, el segundo caso por ejemplo, distribuyendo de una forma correcta de acuerdo a nuestro perfil de riesgo (perfil cómo inversionista) con ese dinero podemos obtener unos 2 mil a 5 mil dólares extras al año, y en el primer caso podríamos aspirar a conseguir unos 100 dólares, al año. Se entiende, ¿no?

Cada uno de nosotros tiene un punto de partida diferente. Lo mejor que podemos hacer es analizar nuestras fortalezas, identificar con qué recursos contamos y, sobre todo, evitar compararnos con otros, porque no conocemos su historia ni su punto de partida.
Conoce tu punto de partida.
Otro punto que tenemos que tener en cuenta es contar con una planificación y organización de nuestras finanzas adecuada, pues de nada vale ingresar más dinero si no tenemos los conocimientos necesarios para retener y multiplicar los recursos que obtenemos.
Tipos de ingresos: pasivos, semi-pasivos, activos
Hay muchos tipos de ingresos que puedes generar, y reitero que depende de tu punto de partida para determinar la ruta ideal para ti en este momento.
Por supuesto, también es posible empezar desde cero. Sin ir más lejos, todas mis fuentes de ingresos las construí desde cero, a través del aprendizaje y, por supuesto, sacrificando cosas. Lo hice antes de tener un empleo, mientras tenía un empleo, y ahora que estoy en una etapa posterior, sigo creando nuevas fuentes.
Ingresos pasivos
Dinero que ganas sin necesidad de trabajar activamente cada día, aunque lo que si requieren es un esfuerzo previo, y monitoreo posterior para poder A fin de cuentas, el ingreso pasivo no es 100% pasivo, por más que lo desees o sueñes con tenerlo. Aunque existen excepciones, la mayoría de los casos requieren cierto grado de atención.
Veámoslo con ejemplos:
Si inviertes en fondos indexados, ETFs o bienes raíces, aunque se considera ingreso pasivo porque pones tu dinero a trabajar, aún así debes monitorear la inversión, llevar el control de impuestos o pagar a alguien para hacerlo. Si compras un apartamento para alquilar, puedes delegar la administración cuando tienes varias propiedades, pero aun así tendrás que supervisar pagos, contratos y el estado del inmueble.
Es decir, sí es ingreso pasivo, pero nunca será 100% automático. En algún momento necesitará de tu atención, aunque sea mínima o muy esporádica.
Un ejemplo claro:
María decide retirarse en su país natal, República Dominicana. Con 65 años y una pensión asegurada de 800 dólares al mes, cuenta con ahorros de 100,000 dólares y decide comprar dos apartamentos para alquilarlos. Su objetivo es generar ingresos sin esfuerzo, pero en la práctica, tendrá que:
- Supervisar los pagos mensuales de los inquilinos.
- Gestionar contratos y asegurarse de su cumplimiento.
- Pagar impuestos y otros gastos relacionados con las propiedades.
Aunque María desea que todo funcione en automático, en la realidad debe dedicarle tiempo, aunque sea una vez al mes. Lo mismo ocurre con inversiones en el mercado de valores, como bonos, fondos indexados o ETFs.
Otras fuentes de ingreso pasivo incluyen:
- Crear un blog, canal de YouTube o curso en línea.
- Publicar un libro digital o vender productos digitales.
Sin embargo, estas opciones tampoco son 100% pasivas. Un blog requiere publicaciones constantes, estrategias de SEO, marketing y mantenimiento. YouTube es similar, con la necesidad de crear contenido, optimizar videos y atraer audiencia. En el caso de cursos en línea, además de generar contenido, es necesario brindar soporte a los estudiantes.
Incluso si decides delegar todas las tareas y pagar por la gestión, todavía deberás supervisar que se cumplan los objetivos.
Cómo te digo una cosa, te digo lo otro, una vez has establecido esta fuente de ingresos, y con un esfuerzo previo por supuesto, todo va mucho más suave al pasar los años, pero igualmente si no la cuidas podrías perderla. Se entiende, ¿no?
¿Cuánto de pasivo es realmente un ingreso pasivo?
En la mayoría de los casos, podríamos decir que un ingreso pasivo es 70% pasivo, y si delegamos tareas, podríamos acercarnos a un 90%, pero rara vez llega al 100%.
Las únicas excepciones reales son quienes heredan fortunas y simplemente reciben un cheque cada mes sin necesidad de involucrarse en cómo se generan esos ingresos. Pero eso aplica para menos del 1% de la población, y creo que, ni tu ni yo estamos en esa posición.
Para la mayoría, el ingreso pasivo es algo que se construye con esfuerzo, y si se hace bien, puede beneficiar no solo a nosotros mismos, sino también a futuras generaciones.
El concepto de «ingreso semi-pasivo»
Requieren un trabajo inicial, pero luego generan ingresos sin mucho esfuerzo. ¿Parece lo mismo que lo anterior? En parte sí, pero la diferencia clave es que en el punto anterior quería dejar claro que ningún ingreso es 100% pasivo, ni siquiera los métodos más automatizados y conservadores.
Existen fuentes de ingresos que requieren cierta actividad constante para mantenerse.
Un ejemplo claro es el marketing de afiliados en redes sociales o publicidad. Aunque está de moda, realmente es una opción viable para generar ingresos, ya que consiste en conectar a los usuarios con empresas a cambio de una comisión. Sin embargo, el problema es que se usa de forma indiscriminada y, en algunos casos, de manera poco ética.
El tipo de marketing de afiliados que considero más transparente es el de Amazon.
Imagina que compras unos zapatos para correr (o tennis, como les decimos aquí) y te encantan por su comodidad y precio. Decides que más personas deberían conocerlos, así que te registras como afiliado en Amazon y compartes un enlace para que otros los compren.
Si alguien compra usando tu enlace, ganas una comisión del 2% al 5% del precio del producto. Supongamos que los zapatos cuestan 50 dólares:
- Si ganas un 5%, recibirías 2.50 dólares por cada venta.
- Si 100 personas compran ese producto en un mes, ganarías 250 dólares.
- Y si en vez de 100 personas, fueran 1,000…
- O si en vez de un solo producto, recomiendas 10 diferentes y logras que 20 personas compren cada uno, podrías generar entre 300 y 500 dólares al mes sin un esfuerzo constante.
- Al año, esto puede sumar 3,000, 5,000 o incluso 10,000 dólares.
Así es como funciona el marketing de afiliados bien hecho.
¿Dónde está el problema?

Lamentablemente, muchas personas recomiendan cualquier producto solo para que compremos a través de su enlace, sin importarles la calidad o el valor real para el usuario.
Por eso considero que Amazon es más transparente: los compradores pueden ver opiniones reales antes de decidir. Pero en otros sectores, el marketing de afiliados puede ser altamente engañoso. Un caso claro es el sector tecnológico, especialmente en el desarrollo web, en dónde estoy involucrado con VIBLONER por si le quieres echar un vistazo.
Para tener un sitio web o blog, necesitas un servicio de hosting (alojamiento web). Y aquí es donde entra el problema:
Hay empresas que pagan 150 a 200 dólares por cada persona que se registre con un enlace de afiliado. Como pagan tanto, muchas personas los recomiendan sin siquiera usarlos, simplemente porque la comisión es alta.
Y a veces también podría suceder que las personas que recomiendan la herramienta per se no tengan conocimientos del tema. Es decir, no siempre lo harían con mala intención, sino más bien por falta de conocimiento, por pura ignorancia. Por eso, precisamente, antes de comprar o adquirir cualquier producto, y con el fin de mejorar la calidad de nuestros gastos, debemos comparar, analizar e investigar sobre ello. Tener un pensamiento crítico nos ayudará a no caer en las garras de ese marketing voraz que nos quita dinero del bolsillo.
Lo más grave es que:
- Muchas veces estos servicios son costosos y existen alternativas más baratas y de mejor calidad.
- Los afiliados ocultan esta información, dando la falsa impresión de que es la mejor opción.
- Migrar un sitio web a otro hosting no es fácil, lo que hace que la gente se quede atrapada en una mala decisión.
- En algunos casos, ni siquiera mencionan que están ganando dinero con la recomendación, lo cual es deshonesto y, en algunos países, hasta ilegal.
Esto, personalmente, me parece deplorable 10 mil millones de veces.
No estoy diciendo que el marketing de afiliados sea malo en sí mismo. El problema es cómo se usa en algunas ocasiones.
Mi enfoque en afiliados
En mi caso, antes de recomendar una herramienta:
- Hago un análisis detallado bajo diferentes escenarios.
- Considero el punto de partida del usuario para ver si realmente le conviene.
- Comparto alternativas y comparaciones objetivas.
- No recomiendo herramientas solo porque me paguen, y en muchos casos, ni siquiera recibo comisión.
- Nunca obligo ni digo que mi recomendación es la mejor para todos.
El objetivo es que la gente aprenda a tomar decisiones informadas, no que caiga en engaños disfrazados de consejos.
Esa mentalidad de ganar-ganar es clave para construir confianza y relaciones a largo plazo. Cuando las personas ven que realmente las ayudas sin segundas intenciones, se genera una conexión genuina. Al final, la transparencia y la honestidad siempre terminan siendo más rentables, y más satisfactorias a nivel personal. Si aportas valor sin esperar algo inmediato a cambio, la gente recordará eso y, cuando llegue el momento, te apoyará de formas que ni imaginabas.
Esa es la diferencia entre hacer negocios a corto plazo y construir una marca sólida basada en principios.
Así que si decides ir por un ingreso pasivo en el mundo del marketing de afiliados, te sugiero que consideres mi enfoque y cómo yo lo hago.
Hay muchas formas de generar ingresos semi-pasivos si se desarrollan habilidades clave y se construyen sistemas que trabajen por uno. Cada opción tiene sus particularidades, pero lo importante es reconocer que no se trata de obtener dinero sin hacer nada, sino de crear estructuras que permitan reducir el esfuerzo con el tiempo.
Las tiendas en línea han cambiado la manera en que las personas venden productos. Algunos eligen manejar su propio inventario, mientras que otros prefieren el modelo de dropshipping, en el que los pedidos se gestionan a través de un proveedor externo. Ambas opciones requieren trabajo inicial, pero con una buena estrategia, pueden convertirse en fuentes de ingresos que demandan cada vez menos atención.
Por otro lado, está la posibilidad de monetizar la creatividad a través de la venta de diseños, fotografías o música en plataformas digitales. Este tipo de ingresos permite que el esfuerzo realizado en un momento determinado siga generando frutos en el futuro. Lo mismo ocurre con la creación de plantillas y recursos digitales, como guías, herramientas para diseño o plantillas para sitios web. Aunque al principio requiere dedicación, con el tiempo puede volverse una fuente estable de ingresos.
La educación en línea también es una alternativa poderosa. Vender un curso o un libro digital no solo permite compartir conocimiento, sino que crea la posibilidad de generar ingresos de manera sostenida. Sin embargo, es necesario mantener la calidad del contenido, actualizarlo cuando sea necesario y estar atento a las necesidades del público.
Todas estas opciones pueden empezar desde cero. El punto de partida no es lo más importante, o casi, y hablo respecto a si tenemos recursos o no, pues la disposición de aprender, experimentar y construir algo que, con el tiempo, permita una mayor libertad. La clave está en desarrollar habilidades, adaptarse a los cambios y, sobre todo, entender que los ingresos pasivos son posibles, pero requieren trabajo antes de que puedan dar frutos, y también después de tenerlos aunque en este punto será mucho menos el tiempo requerido.
Ingresos activos
La cereza del pastel, y donde considero que debemos poner mayor énfasis al menos al principio, es en la fuente de ingresos que nos dará los mejores resultados en el mediano y largo plazo. Este tipo de ingresos requiere un trabajo constante, pero puede crecer con el tiempo y, eventualmente, convertirse en un ingreso totalmente pasivo. Sí, ese 100% con el que sueñas, y te lo explicaré más adelante.
Una forma sencilla de generar ingresos activos es vender tus servicios. Puede ser traducir textos, dibujar, dar clases de matemáticas o inglés. Puedes hacerlo a través de internet en plataformas como UpWork, Udemy o Fiverr, o también ofrecerlos en tu comunidad, barrio o sector.
Otra opción es la reventa de productos (¡hola, Temu!), un modelo tan antiguo como el comercio mismo: comprar barato y vender más caro. Lo importante es conocer bien los productos y ofrecer una buena relación entre calidad y precio.
Este tipo de ingreso puede ser la semilla inicial para construir algo más grande. Por ejemplo, alguien que empieza vendiendo utensilios de cocina podría terminar montando su propia tienda, tal vez incluso una tienda online, y expandirse a nivel internacional. O alguien que comienza dando clases personalizadas de inglés podría desarrollar un método eficaz y distintivo en el mercado y, con el tiempo, fundar su propia academia, tanto física como online.
Todo esto son ideas a futuro y, en la mayoría de los casos, requieren tiempo y esfuerzo. Por eso, es fundamental entender el punto de partida de cada persona. No tiene sentido compararse con otros sin conocer su contexto. Lo importante es enfocarse en la situación actual y optimizar la propia ruta para construir fuentes de ingresos de manera inteligente.
Los ingresos activos, además de sostener tu día a día, pueden convertirse en la base para algo mucho más grande. Con el tiempo, te permitirán aumentar tu patrimonio y generar el capital necesario para construir un portafolio de inversión, comprar tu primer apartamento o financiar ese negocio que siempre has querido emprender. En esencia, son la llave que abre la puerta hacia nuevas oportunidades y mayor estabilidad financiera.
¿Por qué es importante tener más de una fuente de ingresos?
Depender de una única fuente de ingresos puede ser riesgoso y limitante. La diversificación de ingresos no solo ofrece mayor seguridad económica, sino que también abre nuevas oportunidades de crecimiento y estabilidad financiera a largo plazo.
1. Riesgo de depender de un solo ingreso
La economía es incierta, y los cambios en el mercado laboral pueden afectar incluso a los trabajadores más preparados. Perder un empleo sin tener otra fuente de ingresos puede ser devastador, llevando a situaciones de estrés financiero y decisiones apresuradas. Tener ingresos adicionales actúa como una red de seguridad, permitiéndote enfrentar imprevistos con mayor tranquilidad.
Por eso precisamente hago tanto hincapié en el fondo para emergencias, tener 2 a 6 meses de todos tus ingresos es algo que todos deberíamos aspirar a construir como nuestra primera meta financiera.
2. Oportunidad de crecimiento financiero
Cuando dependemos de un solo ingreso, nuestro crecimiento económico es limitado por el tiempo y esfuerzo que podemos dedicar a esa única actividad. Explorar nuevas formas de generar ingresos permite acelerar la acumulación de riqueza, ya sea a través de inversiones, negocios paralelos o ingresos semi-pasivos que con el tiempo pueden convertirse en una fuente estable de dinero.
3. Libertad financiera, la manzana de la discordia
Tener diferentes fuentes de ingresos amplía tus posibilidades y reduce la incertidumbre. No se trata únicamente de aumentar tus ingresos, sino de tener la libertad de decidir cómo organizar tu vida, administrar tu tiempo y asumir riesgos de manera consciente. Contar con varias vías de ingresos te brinda estabilidad y te ayuda a proyectar tu futuro con mayor seguridad, sin sentirte atrapado por la incertidumbre económica.
El concepto de «libertad financiera» no me convence del todo, ya que el mayor beneficio del trabajo no es solo lo económico, sino también el bienestar emocional que surge al trabajar con un propósito. Tener una ocupación que resuene con nuestra visión de vida nos da sentido y dirección, más allá del dinero que podamos generar.

Un informe de la Harvard Business Review encontró que las personas con múltiples fuentes de ingresos tienen un 30% más de estabilidad financiera que quienes dependen de un solo salario. (Fuente)
Por ejemplo, un médico difícilmente trabajaría unos años para luego retirarse por completo. Cuando algo nos apasiona, no pensamos en abandonarlo, sino en hacerlo parte de nuestra vida de una manera sostenible. Eso no significa que debamos descuidar el equilibrio entre la vida laboral y personal, algo que muchas veces pasamos por alto.
Sin embargo, cuando logramos armonizar ambos aspectos y obtenemos ingresos suficientes, dejamos de ver el trabajo como una obligación pesada y comenzamos a verlo como una oportunidad para aportar valor, mejorar nuestro entorno y contribuir al bienestar de la sociedad.
Las 5 ideas que podrías considerar para generar ingresos extra
La posibilidad de aumentar tus finanzas sin la necesidad de renunciar a tu empleo es una meta alcanzable para muchos. Te presentamos una selección de más de siete ideas concretas y viables para crear fuentes de ingresos extra que se adapten a tu rutina actual.
- Lanza tu propio blog o sitio web: Así fue como yo empecé a construir mi camino hacia ingresos adicionales.
- Comparte tu conocimiento: Imparte clases de inglés online o presenciales y ayuda a otros a abrirse puertas.
- Domina el arte del «flipping»: Compra inteligentemente a precios bajos y vende con margen para obtener ganancias, ahí está Temu, Shein, Amazon, o eBay.
- Haz que tu dinero trabaje para ti: Invierte estratégicamente y observa cómo tus rendimientos crecen año tras año.
- Monetiza tus talentos: Ofrece tus servicios profesionales en línea o de forma presencial, aprovechando esa habilidad única que te distingue.
- Vende lo que ya no necesitas: Si no lo usas y solo ocupa espacio, conviértelo en dinero.
- Mandados y entregas (delivery): Ayuda a otros con tareas urgentes y entregas en tu zona.
- Ayuda Informática a domicilio: Soluciona problemas básicos de computadoras y teléfonos en casas.
- Limpieza o jardinería: Ofrece tus servicios para tareas sencillas de limpieza o jardín.
- Asistente Virtual: Ayuda online con tareas cortas a empresas o personas.
- Cuido de Mascotas: Cuida mascotas por horas o días cuando sus dueños lo necesiten.
Explora más oportunidades: Investiga en plataformas locales o en Upwork y Fiverr para conocer los precios de mercado y definir tu estrategia. Sea cual sea la opción que elijas, la clave está en la calidad y responsabilidad con tu trabajo, por más simple que parezca.
Además, recuerda que el dinero bien utilizado puede generar más dinero. Es posible que empieces por lo más básico, pero si ahorras e inviertes en tu educación, podrás escalar y alcanzar mayores oportunidades.
Al final, todo es cuestión de esfuerzo y mentalidad. Como decía Henry Ford:
«Tanto si crees que puedes hacerlo como si no, en ambos casos tienes razón.»
No se trata de trabajar más, sino de trabajar inteligentemente
Esto es algo que siempre debes tener presente: no necesitas trabajar 12 horas al día para obtener resultados. Lo realmente importante es analizar tu situación actual, identificar los recursos con los que cuentas y diseñar una estrategia optimizada. Hay personas que trabajan solo 4 o 5 horas al día y logran la estabilidad que buscan. Nosotros también podemos aspirar a eso, y estoy convencido de que es posible.
El primer paso es comenzar poco a poco. Agrega una fuente de ingresos adicional a tu trabajo actual y, a medida que adquieras nuevas habilidades, expándela progresivamente. No se trata de hacerlo todo de golpe, sino de construir de manera inteligente y sostenible.
«El dinero es un excelente sirviente, pero un pésimo amo.» – Francis Bacon.
Cómo empezar sin afectar tu empleo actual
- Identifica tus fortalezas y lo que te gusta hacer. Piensa en habilidades que ya tienes y cómo podrías generar ingresos con ellas. A veces, lo que consideras un pasatiempo puede convertirse en una fuente de dinero.
- Reserva tiempo cada semana. Aprovecha tus horas libres para trabajar en tu proyecto sin afectar tu empleo principal. La clave es la constancia, no la velocidad.
- Usa herramientas que faciliten el proceso. Programadores de redes sociales, plataformas de gestión de clientes o automatización de tareas pueden ahorrarte tiempo y esfuerzo.
- Reinvierta en tu crecimiento. En lugar de gastar las primeras ganancias, úsalas para mejorar, aprender nuevas habilidades o ampliar tu negocio. Esto acelerará el crecimiento de tus ingresos adicionales.
- Empieza con lo que tienes. No necesitas grandes inversiones para comenzar, solo organización, estrategia y acción.
El tiempo es clave. Todos tenemos 24 horas al día, y al menos un tercio de ese tiempo lo dedicamos al descanso. Con solo 8 a 12 horas semanales enfocadas en desarrollar un ingreso extra, se pueden lograr avances significativos. Pero esto no significa descuidar otras áreas de la vida.
El bienestar proviene del equilibrio entre la mente, el cuerpo y las finanzas. Nuestra salud mental es esencial, el bienestar físico también lo es, y por supuesto, manejar el dinero de manera inteligente es fundamental. En esos tres pilares—mente, cuerpo y finanzas—se encuentra la verdadera satisfacción y estabilidad, que nosotros le llamamos felicidad.
Nos vemos, o nos leemos, palabra. — Daury