Invertir en ti: 4 pasos concretos para empezar hoy y ver resultados

Antes de invertir en acciones, criptos o bienes raíces, hay una inversión que siempre paga los mejores dividendos: tú mismo.

Este artículo te enseñará por qué fortalecer tu mente, tu cuerpo y tus hábitos es el negocio más inteligente que puedes hacer.

Yo tengo una parte en mi filosofía de vida a la que llamo Holentia. Se trata de tener equilibrio en mente, relaciones, cuerpo y finanzas. Y estoy convencido de que es la mejor inversión que podríamos hacer.

invertir en ti, la mejor inversion de toda tu vida
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Si nuestro cuerpo falla —ya sea por un desorden en la alimentación o algún trastorno—, repercute en nuestra mente con insomnio, falta de sueño, irritabilidad y mal humor.

Pero es que, además, cuando tenemos que consumir más comida para «sentirnos bien», gastamos más dinero. ¿Ves cómo todo se une al final de la jornada? ¿Me sigues?

Si comprendes que el equilibrio no es tener todo en un «nivel perfecto» (al 100 % siempre), podrás tener una vida con mayor plenitud. Estoy seguro.

Por ello, antes de pensar en reproducir tu dinero, piensa en ti.

El activo más poderoso no está en el banco

Suena a cliché, yo mismo lo sé, pero tú eres tu mejor inversión. Es algo de lo que estoy convencido.

«No hay inversión más rentable que aquella que mejora a la persona que toma las decisiones.»

En ocasiones he hablado de que el motivo por el cual una persona con dinero produce más dinero —aparte de su educación, que también es una inversión— es que esa persona, en su fuero interno, está medianamente estable.

El dinero no es un problema para ella, no porque tenga demasiado, sino porque hay equilibrio. Y es así como piensa mejor, se comporta de forma diferente y, por ende, logra multiplicar su dinero.

Al contrario, una persona que no crece a nivel personal, normalmente su dinero tampoco crece.

Dato: Según un estudio de la Universidad de Stanford, las personas que invierten en su educación y bienestar aumentan sus ingresos un 30 % en promedio en 5 años.

Pero es que no tuve que esperar a conocer de estudios. La psicología humana me dice que, cuando una persona invierte en sí misma, tiene un retorno del 17,000 %, literalmente. Yo soy la prueba viva de ello.

¿Crees que es casualidad que yo tenga un proyecto en cada área en la que me voy desarrollando? Es, además de un método de ingresos, una forma de ir desarrollándome a mí mismo.

Porque, tal y como se dice, cuando nosotros enseñamos algo, podemos aprender mucho más. ¿Me sigues?

Por qué invertir en ti mismo supera cualquier inversión externa

ahorrar el 10% del dinero y monedas salen de alcancia
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Invertir en acciones, certificados o criptomonedas no se compara con una inversión en tu desarrollo personal.

Una persona con una salud estable, energía y conocimiento toma mejores decisiones financieras, negocia mejor y mantiene su productividad más alta. ¿Me sigues?

O sea, cada peso o dólar que invertimos en nuestro crecimiento se multiplica por 100 o por 1,000, algo que ninguna acción podrá hacer.

Y aquí la otra cara de la moneda: si una persona, por cuestiones de suerte, consigue una inversión altamente rentable, pero no tiene la educación para mantener ese retorno, es muy probable que lo pierda.

¿O crees que es coincidencia que el 70 % de las personas que se sacan la lotería vuelven a tener el mismo estilo de vida que antes?

«Tu mente es el motor de tu dinero. Si no la cuidas, ningún vehículo financiero te llevará lejos.»

Créeme cuando te digo que todo se une. Llega un punto en donde el dinero te llegará solo, literalmente, pero es porque has construido unos cimientos estables: mente, relaciones, cuerpo y finanzas.

Primera inversión: tu educación (la que de verdad paga)

Aquí llegamos a un tema que es subvalorado porque se repite tanto que no logramos comprenderlo realmente: la educación es la mejor inversión que podríamos hacer.

No se trata de tener títulos. He visto personas con licenciaturas que son completos inútiles. No tiene que ver con eso, sino con el conocimiento útil.

Daury, ¿y qué es conocimiento útil?
Como su nombre indica, es un conocimiento que te permite transformar las cosas y pensar de forma diferente.

De nada vale si tienes una licenciatura en marketing pero no tienes habilidades blandas como saber usar Excel, hablar inglés o simplemente comunicarte de forma asertiva. ¿Me sigues?

Hay diferentes formas de adquirir conocimiento. Sé muy bien que nos gustan las cosas gratis. Si es la única forma en que puedes hacerlo, permíteme decirte que vas bien.

  • El contenido gratuito, a menudo, es una cuestión de más tiempo.
  • El contenido de pago, a menudo, nos ahorra tiempo.

Yo tengo un defecto, y es que soy honesto: te aseguro que el 80 % o más de todo lo que he aprendido ha sido por formación gratuita. Eso sí, cuando pago, me doy cuenta de que aprendo más rápido. Así que haz el balance y elige con lo que te sientas cómodo.

Otra cosa: todo el conocimiento del mundo está en los libros. El problema es que, a menudo, son aburridos. Igualmente, hay que leerlos.

Pero para administrar tu dinero, hay decenas de libros que puedes adquirir. Sin embargo, hay cursos que por $100 te ofrecen el contenido de 10 libros y más. ¿Me sigues?

Recuerdas Holentia, ¿verdad? Pues bien, yo te sugiero encarecidamente que inviertas de forma activa en tu mente, relaciones, cuerpo y finanzas. Ahí considero que está el secreto para la felicidad.

Y sobre todas las cosas: nunca pares de aprender. Conviértete en un aprendiz eterno. Te aseguro que se convierte en una bola de nieve y cada cosa suma.

Evidentemente, no te dejes engañar. Hay ofertas para adquirir conocimiento que no son buenas. Hay mucha porquería por ahí. Y un precio más alto no siempre significa más calidad. Investiga y analiza qué te conviene.

Segunda inversión: tu salud y energía

Las personas malinterpretamos lo que realmente significa comer bien. Creemos que es solo brócoli y papas.

Comer bien produce mejores conexiones neuronales. Una dieta equilibrada, un buen sueño y la actividad física son inversiones de alto valor, no gastos.

Mujer recostada mirando la camara, en media pantalla
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Y a todo esto, yo promulgo y sostengo que comer sano es, inclusive, más económico. No solo a nivel monetario, sino que también produce beneficios colaterales, como enfermarte menos.

«Dormir bien no te hace flojo. Te hace más rentable.»

Ejemplo: una persona con buena salud reduce sus gastos médicos, mejora su concentración y trabaja con más energía, lo que se traduce en más ingresos o mejor desempeño.

Y así podría decirte 17 mil ejemplos en donde la salud y la energía se traducen en dinero, no solo en el momento, sino donde más importa: en el largo plazo.

Te sugiero encarecidamente que cuides tu cuerpo y lo trates como un templo. Presta mucha atención a estas tres cosas:

  1. Comer de forma equilibrada. Predominantemente vegetales, granos integrales y frutas. No se necesita tanta carne, créeme.
  2. Actividad física. Hacer de 4 a 6 mil pasos al día y ejercicios adicionales.
  3. Dormir bien. Tener una buena higiene del sueño.

Con esas tres cosas, podrás tener una mejor salud que el 80 % de la población mundial. Y esto, a su vez, repercutirá en tu mente y, ¿adivina a dónde llevan estas «pequeñas» inversiones? Efectivamente, a producir más dinero.

Bien lo decía Confucio:

«Un hombre sano tiene muchos problemas; un hombre enfermo tiene un solo problema.»

Tercera inversión: tu mente y emociones

Cada día se comprueba más el hecho de que nuestras emociones importan.

Y por si no lo sabías aún, las cosas que comemos afectan de forma favorable (o no) a nuestra mente. En pocas palabras, una persona que come porquerías, normalmente piensa porquerías.

Y ni hablar del estrés. La gestión efectiva del estrés es una de las habilidades más demandadas en el entorno laboral.

La mente es la que también nos evoca al placer, a la búsqueda constante de una gratificación. Pero cuando aprendemos y gestionamos nuestras emociones, la gratificación diferida se vuelve parte de nosotros.

Alguien con control emocional no compra por impulso, invierte con calma y ahorra con propósito. No importa qué tan buena se vea la oferta o si es «la inversión de su vida». Piensa con conciencia y atención.

Dato: “El 80 % de las decisiones financieras se toman por emoción, no por lógica” (Behavioral Economics Journal).

Cuarta inversión: tus relaciones y entorno

La importancia de las personas que nos rodean es tal que, si te rodean cuatro borrachos, tú serás el quinto.

Lamentablemente, es así. No te digo que dejes tus amistades de golpe, solo que analices si sus hábitos se alinean con lo que tú quieres para tu vida.

Yo mismo tengo amigos de todo tipo. Únicamente, sé qué comparto con ellos y qué no.

El poder de rodearte de personas que te elevan no tiene precio.

«Tu entorno financiero es contagioso: si tus amigos viven endeudados, tú acabarás igual.»

Busca comunidades o mentores que hablen de crecimiento, no de excusas. Si no tienes la posibilidad, en internet hay cientos de personas que podrían ser tus referentes a la distancia.

El retorno de invertir en ti mismo

Por si no ha quedado claro, invertir en ti tiene un retorno grandísimo: 10, 20 o 1,000 veces más que invertir en cualquier otro lugar.

El dinero se multiplica al invertir gracias al interés compuesto, de eso no cabe duda. Pero invertir en ti te dará rendimiento para toda la vida.

O piensa por un momento: ¿cuál es el retorno de hacer ejercicio de forma frecuente y llevar una dieta balanceada?

Y repito, no se trata de tener todo en el «nivel perfecto», sino de un equilibrio. Necesitas tiempo; nada llega de la noche a la mañana.

Pero si inviertes en tu desarrollo personal, a largo plazo obtienes:

  • Mayor capacidad de generar ingresos.
  • Menor dependencia de las deudas.
  • Más claridad mental.
  • Mejor calidad de vida.
  • Paz financiera.

«La mejor forma de predecir tu futuro financiero es invertir en la persona que lo va a construir.»

Invierte donde los números no llegan

dinero en mano finanzas

«El dinero sigue al crecimiento. Cuando tú creces, tus finanzas te alcanzan.»

Hoy mismo, elige una inversión en ti. Compra un libro, toma un curso, duerme bien o cocina saludable. Son los primeros intereses de una vida en abundancia.

Y vaya que hacen efecto. Tal vez no en un par de meses, sino con los años.

Pero es que, además, el interés compuesto también se aplica al conocimiento. Lo que aprendiste el mes pasado se une a lo de este mes, y así sucesivamente, hasta lograr que, en un par de años, ya no seas la misma persona.

«Tu salud y tu mente son los únicos activos que no puedes reemplazar.»

Te quiero invitar a practicar Holentia, donde se busca de forma constante el equilibrio en mente, relaciones, cuerpo y finanzas.

Yo considero que eso nos brinda un bienestar increíble, que a su vez produce paz, y esa paz es lo que nos lleva a la felicidad.

Preguntas finales

  • ¿Cuál fue la última vez que gastaste dinero en algo que mejoró tu vida realmente?
  • Si tú eres tu activo más importante, ¿cuánto estás invirtiendo en ti?
  • ¿Qué pasaría si empezaras hoy a tratarte como el mejor proyecto de inversión que existe?

Espero que todo vaya bien, que todo vaya chévere. Es dura la vida, vibra bueno. #verygoodforlife.

Nos vemos o nos leemos, palabra. — Daury

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