Cuando la deuda se usa con estrategia y de forma consciente, es una máquina para hacer dinero. Es una herramienta de crecimiento y, precisamente, uno de los secretos «mejor guardados» de los ricos.
Los ricos usan el dinero de otros —lo que se conoce como apalancamiento financiero— para multiplicar sus activos y obtener libertad.
Pero, además, y aunque es poco conocido, también usan la deuda como un método para reducir los impuestos.
Esto no es un «secreto» mágico, más bien es conocimiento aplicado y una estrategia sólida. Yo solo te puedo dar algunas pistas de por dónde gira el asunto, pues obviamente no lo puedo saber todo.
No se trata de deber por deber, sino de hacer que el dinero trabaje para ti, incluso si no es tuyo.
Hoy quiero mostrarte una pequeña parte de por qué los ricos aman las deudas, y por qué tú también deberías entenderlo.
¿Qué vas a leer?
La deuda inteligente: cómo construir patrimonio sin ser millonario (todavía)

El ahorro es importante, pero como siempre digo, ahorrar no basta, ni bastará.
Los ricos no se hicieron ricos por ahorrar, sino por saber usar el dinero de otros.
Una mentalidad de «no le debo nada a nadie» podría ser considerada por muchos como lo ideal para una vida plena. Y yo, hasta cierto punto, estoy de acuerdo.
Pero no del todo.
Siempre y cuando tomemos una deuda con propósito y que sea predominantemente productiva, el resultado puede ser enorme para nuestro bienestar financiero.
La mentalidad de un rico frente a la deuda
En la mentalidad de un rico, a menudo propiciada de generación en generación, se hace uso del dinero de otros para crear valor y pagar la deuda con los resultados de esa creación.
Los ricos piensan de una forma diferente. Al contrario de la gente pobre, la deuda es parte de su educación.
Por eso es que los hijos de ricos se quedan siendo ricos la mayoría de las veces, y los hijos de pobres, exactamente lo mismo: se quedan pobres.
No es necesario arriesgar demasiado. Solo se necesita:
- Conocer las leyes.
- Tener educación financiera.
- Y, por supuesto, hacer un esfuerzo para que las cosas funcionen.
Según Credit Suisse (2023), el 70% de los millonarios actuales empezaron con deuda o financiamiento externo para impulsar su negocio o inversión inicial.
En América Latina, estudios del BID (2024) revelan que el acceso al crédito productivo aumenta las posibilidades de movilidad económica en un 48%.
El cambio de mentalidad: por qué los ricos aman las deudas
Los ricos, producto de su educación, piensan diferente a la mayoría.
Ellos no piensan «debo dinero», sino «tengo este dinero, ¿qué puedo hacer con él para que sea productivo?».
Efectivamente, hay diferencias con los pobres. Mientras que a una persona de escasos recursos acceder a un crédito de $10,000 le puede tomar varios años, a una persona rica le toma meses.
Ellos tienen mejor acceso a crédito y a mejores condiciones, y con razón: a menudo tienen un patrimonio que los respalda.

Lo que nosotros debemos pensar es que podríamos estar en una situación parecida en un futuro, o quizás nuestros hijos.
Los ricos usan el dinero de otros. Acceden a él mediante una institución bancaria, pero el concepto se le conoce como apalancamiento.
Apalancarse es usar dinero que no es tuyo para acelerar tus resultados, sin renunciar al control.
Dato: El apalancamiento financiero, correctamente gestionado, puede aumentar el retorno de una inversión en hasta un 200 % (Harvard Business Review, 2023).
«El crédito es una herramienta. En buenas manos, construye imperios; en malas, ruinas.» — Morgan Housel
Deuda buena versus deuda mala
La mayoría de las personas teme endeudarse porque no tiene un propósito para el dinero. Toman prestado para gastar. O lo que es lo mismo, únicamente conocen la deuda mala.
Pero hay otro tipo de deuda, la que algunos logran descubrir. Se basa en una deuda con conciencia que busca producir más dinero.
- La deuda que te quita dinero de tu bolsillo es improductiva (mala).
- Aquella que te da dinero se vuelve productiva (buena).
Esta última es a la que siempre deberíamos aspirar.
Y dirás: «¿pero el 100 % de las veces, Daury?». No, la realidad es que no. Por eso yo siempre hablo de conciencia.
Perfectamente puedes tomar una deuda catalogada como «mala» y hacerlo a propósito porque ya lo decidiste así, o porque quizás no te afectará tanto.
Todo en la vida se trata de equilibrar nuestras decisiones.
Cómo funciona el apalancamiento (explicado fácil)
Tomar dinero de otros (bancos, cooperativas, etc.) y producir más dinero con él no solo para pagar la deuda, sino para que quede incluso más en nuestras manos, es un secreto a voces.
Es la vía más sencilla de construir riqueza, pero repito: se requiere conocimiento para lograr dicha hazaña.
Ejemplo 1: Inversión inmobiliaria
- Compras una vivienda de $100,000 con $20,000 propios y $80,000 del banco.
- Si la propiedad sube de valor un 10 % (a $110,000), tu ganancia no es de $10,000 sobre los $100,000.
- Tu ganancia real es de $10,000 sobre tu inversión inicial de $20,000. ¡Eso es un 50 % de retorno!
Así es como el dinero de otros multiplica el tuyo.
Pero ojo aquí: necesitas conocimiento, una estrategia y tomar en cuenta otros factores. Quienes me conocen saben lo que pienso de comprar una casa: es la peor inversión para gente de a pie. Pero si tienes los recursos, como pasa con los ricos, se vuelve un negocio muy lucrativo.
Ejemplo 2: Un negocio
Imagina que tomas prestados $5,000 para poner un puesto de empanadas.
- Durante los primeros 12 meses, no generas ganancias, solo cubres costos (incluyendo el pago del préstamo).
- Al cabo de 24 meses, ya tienes $2,000 de ganancias acumuladas.
Pagas el préstamo, pero el negocio ya existe y tiene un flujo de caja favorable. Usaste el dinero ajeno para crear un activo real.
Pero volvemos a lo mismo: una cosa es tener acceso al crédito y otra es hacer que el negocio funcione.
Ejemplo 3: Tu propia educación
Tomas prestados $10,000 para estudiar en el extranjero y adquieres habilidades muy demandadas.
Cuando vuelves, cobras más dinero. Y aunque esto no es un creador de riqueza exponencial, puede dar pie a que, al generar más ingresos, accedas a mejor crédito y, en el futuro, crees un negocio.
Todo se basa en una sola cosa: conocimiento.

Y el conocimiento es a lo que todos deberíamos aspirar. Se necesita esfuerzo y educación financiera, pero tener una base sólida para tu idea, experimentar y arriesgar es lo fundamental.
Y una vez que tienes el negocio, llega el nivel 2: financiar equipos o inventario para escalar un proyecto que ya es rentable. ¿O cómo crees que las empresas se expanden?
Es un ganar-ganar, la gente que crea el negocio gana y quién presta el dinero también. Aunque los ricos tomen prestado a un 20 %, además de pagar la deuda, se ganan ellos otro 20 %.
Y como he hablado antes, el interés compuesto también aplica aquí. El primer año ganas el 20 % de $10,000, pero al segundo año es el 20 % de $12,000.
Así va creciendo como por arte de magia. Y ese es el gran secreto de los ricos.
Las reglas del apalancamiento inteligente
- Solo endeúdate para generar ingresos o valor.
- Asegúrate de que el rendimiento supere el costo del préstamo. Puse ejemplos muy optimistas, pero con que le ganes un 5-10 % al préstamo, vamos bien. Solo hace falta tiempo.
- Ten un plan de salida o amortización claro.
- Usa el crédito con propósito, no por emoción. Recuerda que muchas de nuestras decisiones son irracionales.
- Nunca comprometas tu estabilidad personal. No inviertas en algo que no conoces, por favor.
El apalancamiento no es magia, es estrategia. El problema no es usar la deuda, es usarla sin un plan.
Los riesgos de hacerlo mal (y cómo evitarlos)
- Deuda sin flujo de caja es igual a caer en una trampa. La liquidez es fundamental para que un negocio funcione.
- No calcular los intereses reales. Lee la letra pequeña e investiga antes de firmar.
- Falta de una reserva de emergencia, tanto para ti como para el proyecto.
- Confundir crecimiento con ego financiero. A menudo, muchos negocios tienen flujos grandes de efectivo, pero cuando te vas a la realidad, es poco o nada lo que ganan.
- No entender los términos del préstamo. Pregunta todo lo que sea necesario.
«Si pides un préstamo para invertir en algo que no controlas o no entiendes, no te estás apalancando: estás apostando.»
Cómo puedes aplicarlo en tu vida (aunque no seas rico)
- Usa el crédito para educación, un negocio o herramientas que generen ingresos.
- Financia equipos, cursos o software que te hagan más productivo.
- Aprovecha programas de microcrédito o inversión colaborativa.
- Crea activos digitales o físicos con un retorno medible.
Si el dinero que tomas prestado te deja mejor de lo que estabas, estás usando el dinero de otros correctamente.
No necesariamente debes crear un negocio. A veces, es simplemente adquirir equipos de mejor calidad para así cobrar más por tu trabajo.
Filosofía de Finanzas con Libertad
No estoy intentando glorificar la deuda. Si me lees frecuentemente, sabrás que no soy «fan» de endeudarse, sobre todo si es por algo banal o improductivo. Pero siempre podemos usar el crédito como una herramienta silenciosa para construir riqueza, y no verlo siempre como un enemigo.
El ahorro extremo no deja nada bueno. Incluso, el ahorro como tal está sobrevalorado, yo considero. Lo importante es invertir el dinero y saber moverlo con inteligencia.
Siempre que pensemos como un inversionista y no como un deudor, la vida nos sonreirá más. Así lo creo.
Por si no ha quedado claro: muchos ricos no nacen con el dinero, nacen en un seno familiar que les inculca una mentalidad de abundancia y estrategia. Cuando aprendes a usar el dinero de otros y a crear valor, ya estás jugando un juego diferente: el del conocimiento, no el de la supervivencia.
No todos podemos endeudarnos bien, pero todos podemos aprender a pensar como quien sí lo logra.
Espero que todo vaya bien, que todo vaya chévere. Es dura la vida, vibra bueno. #verygoodforlife.
Nos vemos o nos leemos, palabra. — Daury