El coste de oportunidad explicado: cómo cada decisión te hace más rico o más pobre

El secreto mejor guardado de las personas exitosas, tanto en sus finanzas como en los negocios, quizás no sea tan secreto después de todo.

Su verdadera ventaja es, sin lugar a dudas, comprender el costo real de cada una de sus decisiones.

Este concepto tiene un nombre: el coste de oportunidad.

Comprender el coste de oportunidad en finanzas es sumamente sencillo, y permíteme colaborar en ello. Gracias por el honor que me brindas al leerme.

Imagina que tienes 20 dólares en el bolsillo. Con esa cantidad, puedes hacer muchas cosas: comprar un libro y aprender algo nuevo, o ir a comer hamburguesas con tus amigos.

¿Cuál eliges?

Evidentemente, la respuesta es «depende». A veces, se le puede sacar mucho provecho a salir con los amigos; de hecho, en muchas ocasiones es necesario hacerlo.

El problema no es la decisión en sí, sino la constancia y la regularidad de esa decisión.

Si siempre eliges la gratificación inmediata y no destinas tus recursos a otras actividades, he ahí el problema.

Con esos mismos 20 dólares, podrías pagar un curso y adquirir una nueva habilidad que, a la larga, podría darte más dinero. O podrías comprar un libro sobre educación financiera que, indirectamente, también te ayudará a obtener más dinero.

coste de oportunidad y hombre libre en finanzas personales
Foto de Zac Durant en Unsplash

Repito por si no quedó claro: no se trata de que el 100 % de tu dinero se destine a cosas «productivas». A veces, vale mucho la pena gastar en cosas que parecen una pérdida de tiempo o un desperdicio.

El problema es hacerlo siempre.

Cuando logramos un equilibrio en las decisiones que tomamos cada día, habremos comprendido realmente el coste de oportunidad en finanzas. Y así, podremos elegir una mejor vida. Al menos así lo considero yo.

¿Qué es el coste de oportunidad?

Es el valor de la mejor alternativa que no elegiste al tomar una decisión.

Y ojo con esto: no siempre se trata de dinero. A veces es algo incluso más valioso, como tu tiempo, tus aprendizajes o tus experiencias. Cuidando nuestras elecciones, podríamos tener una vida más placentera.

Es un concepto clave no solo en economía, sino también en la vida cotidiana. También se le puede decir el costo de oportunidad, ambos son correctos.

Ejemplo con tu tiempo:

Cada uno de nosotros tiene, en promedio, unas 5 o 6 horas libres al día después de trabajar. Podríamos llegar a casa y ver Netflix durante 4 horas, o usar ese mismo tiempo para aprender algo nuevo con un curso online.

El coste de oportunidad de ver la serie es el aprendizaje que dejaste pasar por «entretenerte».

Evidentemente, repito lo anterior: se trata de llevar un equilibrio. Si tienes 4 horas disponibles, podrías ver Netflix una hora, dedicar 2 horas a aprender y una hora a ejercitarte.

Por qué es importante

El coste de oportunidad tiene una importancia inmensa. Hasta que no aprendemos a priorizar, no nos damos cuenta de su gran relevancia en nuestra vida.

Nos ayuda a:

  1. Establecer prioridades.
  2. Evitar gastos impulsivos.
  3. Entender el valor real de nuestras decisiones «baratas».
  4. Mejorar nuestra planificación personal y financiera.

Dato interesante: Estudios de la Universidad de Harvard muestran que considerar el coste de oportunidad en decisiones cotidianas incrementa la satisfacción y reduce los arrepentimientos (Harvard Business School – Decision Making).

Cómo aplicarlo en la vida diaria

Aquí llegamos al punto principal de este artículo: mis sugerencias para aprovechar cada decisión.

Antes de gastar dinero, hazte esta pregunta:

  • ¿Qué pierdo si compro esto?

Antes de invertir tiempo en algo:

  • ¿Qué oportunidad estoy dejando pasar al elegir hacer esto?

Antes de endeudarte:

  • ¿Cuál es el costo real de eso que quiero comprar? No solo sus intereses, sino la oportunidad perdida de invertir o ahorrar ese dinero.

Si has leído mi artículo sobre la deuda a plazos que casi deja a mi hermana menor pobre (bromas, aparte), allí analizo el valor real de cuando compramos «fíao», como se le dice aquí en República Dominicana. Para no hacer spoiler: muchas veces pagamos hasta un 50 % más del valor del producto.

Ejemplo práctico:
Imagina comprar un teléfono financiado por $40 al mes durante 24 meses. Al final, habrás pagado $960 por algo que probablemente costaba $500.

El coste de oportunidad no es solo el dinero extra que pagaste. Es también lo que podrías haber ganado si hubieras invertido esos $40 cada mes.

Si hacemos un cálculo rápido, invertir $40 mensuales durante dos años a una tasa del 10 % nos arroja $1,057, una ganancia neta de casi $100.

No hemos tenido en cuenta la inflación por fines prácticos, pero lo que quiero evidenciar es el valor del dinero y la inversión.

Consejos para tomar mejores decisiones

Creo que ha quedado claro que, para usar a nuestro favor el coste de oportunidad, es necesario hacernos más conscientes de las decisiones que tomamos. Por ello, quiero sugerirte algunas cosas adicionales:

  1. Haz una lista de pros y contras, considerando siempre el valor de las alternativas que pierdes.
  2. Piensa a largo plazo en todo momento. Pregúntate: ¿esto que hago me acerca a mis metas o me está alejando?
  3. Aprende a decir «no». Es primordial desechar lo que parece atractivo pero tiene un alto impacto en nuestro tiempo, lo que a su vez afecta nuestro coste de oportunidad.

Te vas a equivocar tomando decisiones, acéptalo cuanto antes

El coste de oportunidad es como un impuesto invisible aplicado a la vida misma. Siempre estará allí, aunque no lo veas o no lo sientas. Cada decisión tiene un precio, nos guste o no. Ser consciente de ello es lo que nos brinda el poder para tomar mejores elecciones.

coste de oportunidad
Foto de Towfiqu barbhuiya en Unsplash

Este es un secreto de la gente rica, o no tan secreto: aprenden a priorizar desde muy pequeños, a establecer metas, tal vez por la educación que recibieron o por experiencia propia.

«El tiempo es dinero.» — Benjamin Franklin. Cada hora que pierdes tiene un valor que no vuelve.

Vamos a cometer errores, te lo aseguro, incluso creyendo que estamos haciendo las cosas bien. El objetivo es no detenernos ante la adversidad, ser resilientes e ir aprendiendo para mejorar un poco cada día.

Eso me recuerda una de las mejores frases que he escuchado, de un rapero español (El Chojin):

«Que la vida te esté dando lecciones no significa que estés aprendiendo.»

Entonces, hagamos lo posible por aprender de nuestros errores y de los de los demás, recordando que es inevitable equivocarnos. Sé que tal vez a muchos que me están leyendo ni siquiera les pasaba por la cabeza lo que es el coste de oportunidad en finanzas. Y, paradójicamente, para aprender, la mejor forma es cometiendo errores; lo digo por experiencia propia.

Recuerda que pensar antes de actuar no solo protege tu dinero, también protege tu tiempo y tu felicidad.

Espero que todo vaya bien, que todo vaya chévere. #esduralavida #vibrabueno #verygoodforlife.

Nos vemos o nos leemos, palabra. – Daury

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