Quienes me siguen sabrán que mi mayor objetivo es el bienestar integral.
Y para lograrlo, no necesitamos ser «expertos» en finanzas; más bien, se trata de simplificar nuestra vida, porque a menudo nos complicamos sin razón.
Hoy quiero presentarte la que, para mí, es la mejor inversión de tu vida.
Compra tiempo. Es un negocio sumamente rentable para nuestra vida, y te explicaré por qué es un negocio redondo.
Invertir en tiempo y calidad de vida es, probablemente, el fundamento de un gasto inteligente.
Me refiero a gastar dinero en delegar, automatizar o simplificar partes de nuestra vida. Hacerlo se convierte en un todo: es multiplicar tu bienestar y tu productividad.

La mejor inversión de tu vida
Aprender a gastar no es gastar menos, sino gastar en lo que realmente te da vida: tiempo y libertad.
Piensa en lo siguiente: si tuvieras la oportunidad de comprar horas extra para tu día, ¿lo harías? Siendo sincero, suena utópico, pero la verdad es que sí puedes hacerlo, y probablemente ya lo haces sin darte cuenta.
Muchos de nosotros gastamos nuestros recursos en objetos que a menudo pierden su valor, y en poco tiempo. El mayor ejemplo es comprar un carro nuevo, algo que no recomiendo para la mayoría de los mortales.
Casi nadie invierte en tiempo.
¿Qué vas a leer?
Yo considero que nuestra prioridad debería ser darle el valor y el respeto que merece nuestro tiempo. Cada minuto que gastamos en algo, dejamos de obtener el beneficio de utilizarlo en otras áreas. Es el famoso coste de oportunidad.
Mi mayor ejemplo, y creo que muchas personas se sentirán identificadas, es el tiempo libre que nos queda al día.
Normalmente, después de trabajar, nos quedan unas 4 o 5 horas libres. ¿Por qué tan pocas? Porque el simple hecho de trabajar nos consume unas 12 horas del día si nos ponemos a pensar con detenimiento.
Una persona que entra a trabajar a las 9 AM y sale a las 6 PM, para alistarse y transportarse, mínimamente se levanta dos horas antes. Y al terminar su jornada, en promedio, tarda una o dos horas en llegar a su casa.
Te invito a calcular tu tiempo bajo ese mismo esquema. Simplemente anota la hora a la que te debes levantar y la hora aproximada a la que llegaste a tu casa ayer. Te aseguro que podrías sorprenderte.
¿Qué significa “comprar tiempo”?
Hablemos de forma llana. «Comprar tiempo» es, simple y sencillamente, destinar parte de tus recursos económicos a simplificar la vida que llevas.
Un ejemplo claro es contratar un servicio de limpieza, pedir delivery o pagar por software que automatiza o vuelve más eficiente tu día a día.
Y ojito aquí: no es que vayas por la vida gastando todo porque quieres tener una vida sencilla, ni gastar por gastar.
Primero, debes analizar tu propia situación financiera y tomar en cuenta tus objetivos. De nada sirve que gastes el 10 % de tus ingresos, por poner un ejemplo, en simplificar tu vida si eso pone en detrimento el ahorro y la inversión.
Por eso hablo tanto del equilibrio. ¿Me sigues?
Es mediante el equilibrio que podemos diferenciar un gasto superfluo de una verdadera inversión en calidad de vida.
Porque aparecerá algún listillo que dirá: «es que yo pago por un servicio de limpieza para simplificarme la vida, y Daury dijo que eso está bien».
Las personas con más tiempo libre son 47% más propensas a sentirse satisfechas con su vida, independientemente de sus ingresos.
Y sí, estaría bien, si no afecta otras áreas de tu vida. Porque a veces queremos simplificar tanto que terminamos siendo, además de dependientes, unos despilfarradores de nuestro dinero.
Simplemente, no queremos «coger lucha», en buen dominicano. O lo que es lo mismo, no queremos esforzarnos y planificar nuestras tareas con el fin de ahorrar dinero y desarrollar nuestra propia capacidad.
Aplica lo mismo para la comida.
Algunos podrían decir: «me estoy simplificando la vida para tener bienestar porque pido todo por delivery y me enfoco en ganar dinero».
Pero si ese servicio lo adquieres solo porque no te gusta cocinar (un error, por cierto) y, además, no estás ahorrando un porcentaje adecuado de tus ingresos para acercarte a tus metas financieras, mal vamos.
¿Me sigues?
¿Cómo comprar tiempo y hacerlo de la forma correcta?
A todo esto, ¿en qué podemos gastar para ahorrar tiempo? Esto, a su vez, repercute significativamente en nuestra salud mental y productividad.

Primero que nada, y lo repetiré 17 mil veces si es necesario, debemos tener en cuenta el equilibrio.
Si ya estoy guardando un porcentaje de mis ingresos que considero correcto, y si soy consciente mediante mi presupuesto de que las cosas que me dan más tiempo libre afectan de una determinada manera mis finanzas y aun así quiero hacerlo, pues lo hago.
Lo ideal es que no nos afecte, pero si lo hacemos conscientemente, es nuestra vida. Nadie puede decidir por encima de nosotros en ese tipo de aspectos.
En lo primero que yo considero que debemos gastar es en cosas que nos hagan más eficientes.
Hay herramientas, servicios o productos que nos permiten realizar nuestro trabajo de forma más rápida, y eso vale oro.
Te pongo ejemplos: yo pago por herramientas que, aun sabiendo desarrollarlas, prefiero delegar. Me ahorro quizás un 50 % del dinero, pero en tiempo el ahorro es de un 500 %.
Pero, como siempre, es un equilibrio. Sigo ahorrando un 17 % de mis ingresos como regla principal. Si esos servicios afectaran esa área de mi vida, simplemente le buscaría la «vuelta»: una alternativa quizás gratis o de menor precio.
La limpieza, cocinar y demás son los típicos ejemplos. Pero hazlo con cuidado. A veces, simplemente no queremos planificar ni esforzarnos, entonces recurrimos a que el dinero lo compre todo, y podríamos estar cayendo en un hoyo financiero.
«El tiempo es más valioso que el dinero. Siempre puedes ganar más dinero, pero no más tiempo.» — Jim Rohn
Ejemplos prácticos de cómo comprar tiempo
- Servicios domésticos: limpieza, lavandería.
- Tecnología: apps de automatización, banca digital.
- Comida y logística: entregas a domicilio, compras online.
- Trabajo y negocio: asistentes virtuales, freelancers.
- Educación: cursos online que acortan la curva de aprendizaje.
Y así sucesivamente podríamos ejemplificar cosas que suceden en nuestro día a día, y que bien se podrían volver más eficientes. Y te invito a que hagas el ejercicio, una vez conozcas tu situación financiera que actividades tiene tu vida que podrías considerar tercerizar.
Puedes perder dinero, pero no el tiempo
El tiempo que liberamos y usamos en áreas de mayor productividad nos causa una energía y una libertad notorias. Por ende, vivimos con menos estrés.
La mejoría en la salud mental es evidente, pero también en nuestra salud física.
El dinero siempre lo podremos recuperar, pero el tiempo y los momentos, con total seguridad, no.
El error a evitar: confundir comodidad con pereza
Si compras tiempo, pero ese tiempo no es utilizado en cosas que mejoren tu vida, sino para simplemente estar de «vago» o en un ocio constante, mal vamos. ¿Me sigues?
Lo ideal es darle un propósito a ese tiempo que liberas.
Aunque suene paradójico, comprar tiempo es la forma más eficiente de gastar.
No es coincidencia que yo hable predominantemente del gasto y de cómo aprender a usar el dinero es lo ideal para tener finanzas saludables.
Debemos aspirar a gastar de forma diferente a lo que hemos aprendido. A pensar por nuestra cuenta y preguntarnos: ¿qué me aporta realmente valor para la vida que quiero vivir?
Cada peso podría darte una hora más de vida si se gasta con conciencia, equilibrio y prudencia. Y estoy convencido de que podría ser la mejor inversión de tu vida.
Espero que todo vaya bien, que todo vaya chévere. Es dura la vida, vibra bueno. #verygoodforlife.
Nos vemos o nos leemos, palabra. — Daury