El ahorro constante no es privación. Es la «materia prima» que compra tranquilidad, tiempo y opciones: la capacidad real de vivir sin pánico cuando la vida se complica.
Muchos que me siguen conocen los pilares que yo considero el fundamento de unas finanzas personales saludables:
- Mente (Mentalidad financiera )
- Gasto ( Aprender a gastar )
- Deuda ( Deuda consciente )
- Ahorro ( Ahorro constante )
- Inversión ( Invertir para el presente )
Muchos ven el ahorro como una renuncia, y esto es un grandísimo error.
El ahorro constante es un instrumento de libertad: reduce la ansiedad, te da margen para decidir y compra tiempo cuando más lo necesitas.
En este artículo descubrirás por qué la constancia vence al monto, cómo empezar hoy mismo y qué beneficios concretos —reales y medibles— puedes esperar.
«Cuida los centavos y los dólares se cuidarán solos.» — Benjamin Franklin
¿Qué vas a leer?

El ahorro constante como «materia prima» de la libertad
Siempre que puedo, repito la frase de que «ahorrar no basta, ni bastará». Y eso lo vemos en el pilar de la inversión.
Sin embargo, si de algo estoy convencido, es de que el dinero ahorrado se transforma en opciones. Y dichas opciones nos brindan una paz mental que solo quien ha conseguido el hábito puede entender.
Tener dinero guardado te da la confianza para:
- Cambiar de trabajo si no eres feliz.
- Afrontar emergencias sin pánico.
- Invertir en oportunidades que otros no pueden ver.
Deberíamos ver el ahorro como una inversión en tranquilidad, no solo en bienes. La ciencia lo demuestra de varias formas, pero no hay que ser un científico de la NASA para darse cuenta.
Comprar tiempo es igual a mayor felicidad: Un estudio internacional demostró que gastar dinero en servicios que liberan tiempo (como limpieza o delivery) causa mayor satisfacción que comprar bienes materiales. Fuente: Harvard Business School
Ahorro y salud mental conectados: Un análisis de más de 17,000 personas mostró que ahorrar regularmente y pagar deudas mejora la salud mental, la energía y las relaciones. Fuente: Money.com
Otras cosas igualmente prácticas y útiles, como automatizar el ahorro o crear un presupuesto para evitar compras impulsivas, incrementan aún más esa sensación de seguridad.
¿Por qué ahorrar de forma constante y no “cuando me sobra”?
Nosotros preferimos el consumo inmediato. Es un sesgo ligado a aquello de «vivir el presente». Pero, como todo en la vida, el exceso es maligno para nosotros y para nuestro dinero.
La gratificación instantánea está a la orden del día. La dopamina que libera el gastar es incalculable, sobre todo cuando ya nos acostumbramos.
Algo que funciona muy bien es separar el ahorro antes de gastar.
Y aquí entra en juego lo siguiente, que debería ser la aspiración de todos: aprende a gastar en primer lugar y, al mismo tiempo, separa el dinero del ahorro. El resultado, estoy convencido, te sorprenderá.
Por qué el gasto es más importante que el ahorro (al principio)
Siempre traigo a colación el gasto, incluso por encima del ahorro, por un motivo esencial: muchas personas desperdiciamos el dinero, a veces sin darnos cuenta.
Para hacerte el cuento corto: una persona promedio destina entre el 30 % y el 40 % de lo que gana a alimentarse. Pero eso no siempre supone una buena alimentación.

¿Y quién lo dice? Bueno, si nos vamos a las estadísticas, cerca del 70 % de la población tiene sobrepeso u obesidad, no importa el país solo analiza.
Aparte, mi experiencia al colaborar con las finanzas de muchas personas me ha demostrado que hacen un despilfarro del dinero.
Fácilmente, solo «aprendiendo a comer» de una forma más saludable, se pueden ahorrar hasta un 10-15 % de ese gasto. Y es sólo «uno», hay otras áreas en las que podríamos optimizar (internet, transporte, vivienda, servicios básicos).
Una persona que «cree» que no puede ahorrar, solo por tomar medidas con el gasto, de repente tiene un 5-8 % de sus ingresos libres, listos para ahorrar e invertir.
Por eso mi énfasis en el gasto y por qué lo repito tanto.
El poder del hábito: empieza con poco
El ahorro supone la creación de un hábito. Lo ideal es empezar ahorrando cualquier cantidad. Sí, cualquiera. Pueden ser 100 pesos por semana o incluso al mes.
Lo importante es la repetición. De ahí viene la constancia.
Eso genera, a su vez, un efecto compuesto y una seguridad en nosotros mismos. Al cabo de 3 o 4 meses, ya podemos sacar el 4 % o 5 % de nuestros ingresos e ir subiéndolo, a medida que adquirimos formas y conocimientos para organizar nuestras finanzas.
Todo gracias al dúo del que te hablo: primero, aprender a gastar y, a la par, ahorrar. Porque una cosa lleva a la otra.
El plan paso a paso
Si a ver vamos, nos gusta que nos digan qué hacer. Sin embargo, he de aclarar que estas son sugerencias. Es tu responsabilidad analizar tu situación y destinar tus recursos a lo que creas conveniente.
Te sugiero encarecidamente que sigas estos pasos:
1. Crea tu fondo para emergencias. Lo ideal es tener, como mínimo, 2 meses de tus ingresos guardados. Requiere tiempo, no te desesperes, pero es, sin duda, el objetivo principal de toda persona que quiere mejorar su relación con el dinero.
2. Automatiza el ahorro. Vuelve la tecnología una aliada de tus finanzas. Te ahorrará mucho tiempo, lo que se traduce en menos estrés. Programa transferencias automáticas para el día en que cobras.
3. Ahorra con un propósito. Ya te dije cuál podría ser el primero: el fondo de emergencias. Sin embargo, nada quita que puedas tener otros. Agregar una meta y ser específico nos beneficia a nivel de enfoque.
4. Ahorra para invertir. ¡Vaya! Y aunque es el quinto pilar, desde ya te digo que el dinero ahorrado pierde valor. La inflación es la culpable. Ahorrar, aunque es bueno, representa solo el 50 % de la tarea. Lo ideal es invertirlo, y hacerlo siempre.
5. Divide tus cuentas. Por favor, a menos que te cobren por abrirlas, divide las cosas. Te aseguro que te brinda una paz grandísima. Tener una cuenta para tu fondo de emergencia, otra para estudios, otra para invertir… te da claridad y una organización superior.
6. Revisa constantemente. Ojo, no es que vas a verificar todos los días. Bastaría con unos 20 minutos al principio o final del mes, y otra vez a mitad. Eso te permitirá tener una idea clara de si estás siguiendo el plan. Además, celebra tus triunfos, por más pequeños que los veas ahora.
¿Cuánto se debe ahorrar cada mes?
La cantidad en porcentaje que debes ahorrar depende únicamente de tus objetivos.
Hay una regla que se repite hasta el cansancio: el 10 %. A mí, particularmente, no me gusta. A veces, una persona que no logra llegar a ese monto se desanima. En otras ocasiones, quienes llegan se sienten cómodos y «creen» que ya cumplen, y no se permiten mejorar.
En mi caso, yo tengo una regla sencilla pero poderosa: empieza con el 1 % de tus ingresos, o cualquier otro monto que puedas.

Sin embargo, la aspiración debe ser llegar al 17 % de nuestros ingresos.
¿Por qué el 17 % de ahorro mensual? Repito que es una aspiración. Si logramos ahorrar dicho porcentaje, al año obtendríamos de nuestros ahorros el equivalente a dos de nuestros sueldos. Sería como recibir el aguinaldo o doble sueldo dos veces más.
No es algo rápido ni que puedas hacer el primer mes. Digo que es un aspiracional, que quede claro.
Lo importante, y por si no ha quedado claro hasta ahora, es ahorrar de forma constante y empezar de a poco.
Y lo que siempre me repito es: «Roma no se construyó en un solo día».
Cómo el ahorro compra cosas intangibles (ejemplos prácticos)
Lo decíamos al principio, pero si logramos ahorrar de forma constante, podemos comprar cosas intangibles que nos brindan un bienestar mayor, a veces sin darnos cuenta.
1. Tiempo Pagar por servicios para facilitarnos la vida o hacer mejor nuestro trabajo es de las cosas más beneficiosas de tener finanzas saludables.
Y lo repito: siempre y cuando esté dentro de nuestras posibilidades. Si pagar por estas tareas requiere que sacrifiquemos nuestros ahorros e inversiones, mal vamos.
2. Oportunidades Aquí entra en juego el tener capital para iniciar un proyecto sin depender de un préstamo, que a veces es costoso.
3. Paz mental Perder tu empleo y estar tranquilo porque tienes tu fondo de emergencias. O pagar por reparaciones del vehículo o de la casa sin tener que pedir prestado. Se siente grandioso, te lo aseguro.
Y todo esto confluye para que logres mejores resultados con tu dinero.

Por ejemplo, la paz mental te permite pensar de forma tranquila, lo que a su vez resulta en mejores ideas.
Yo, a modo de chiste (aunque no lo es), digo que los ricos tienen la capacidad de generar más dinero gracias a que están tranquilos. Esa paz mental les ayuda a ver oportunidades y a hacer las cosas bien, porque tienen tiempo y no van deprisa.
Imagina que logras tener 6 meses de tus ingresos ahorrados. Si por alguna razón te quedas sin empleo y al mes encuentras una opción que no te parece adecuada, puedes decir que no y seguir buscando con tranquilidad.
Obstáculos comunes y cómo superarlos
La mente podría jugar en nuestra contra. Por eso es el primer pilar de unas finanzas saludables.
Te llegarán pensamientos del tipo:
- «No gano lo suficiente». Esto se soluciona, en gran parte, teniendo un propósito, recortando gastos y, por supuesto, con constancia.
- «Me aburro de ahorrar, no veo resultados». Esto es completamente normal. La forma de autoconvencernos de que es el camino correcto es darnos pequeñas recompensas. Por ejemplo: «cuando llegue a $1,000, me compraré esto» (obviamente, algo de pequeño valor).
- «La inflación se come el dinero». Este miedo se soluciona simplemente invirtiendo. Y repito: hay opciones donde puedes hacer aportes de $17 y sacar el dinero de forma diaria si lo necesitas. Solo debemos educarnos al respecto.
Por ejemplo: Mi fondo de emergencia lo tengo dividido. Una parte está en un fondo de inversión líquido donde puedo sacar el dinero cualquier día de lunes a viernes y ofrece un buen rendimiento, por encima de la inflación.
Otra parte la tengo en un fondo a 3 meses.
Y te hablo desde un país como República Dominicana, que en temas de inversión está muy por detrás. Si vives en México, Colombia, España o Chile, ¡vaya!, cuántas opciones tienen allí.
Solo hace falta investigar. Y, por cierto, yo sugiero siempre poner el dinero a invertir en una entidad regulada, o sea, legal.
“La paz mental no tiene precio, pero sí costo.”
Empieza hoy
Sé muy bien que podría parecer difícil todo lo que te digo. El truco es ir un paso a la vez. Hacer del ahorro un hábito requiere tiempo, y eso debemos entenderlo desde un principio.
Siempre traigo a colación lo siguiente:
- Personas con sobrepeso: quieren tener un cuerpo perfecto en 3 meses, cuando llegar a esa condición les tomó años.
- Personas con problemas financieros: quieren una solución mágica para un problema que, otra vez, les tomó años crear.
Solo analiza, por favor. Por eso hablo de que la mente es lo primero que debemos trabajar.
Empieza con lo que tengas. ¿Que no puedes ahorrar el 10 % de tus ingresos? Empieza con un 5 %. ¿Que tampoco puedes? Hazlo con 500 pesos al mes (unos $8 dólares).
Lo importante es empezar. Y te repito: «Roma no se construyó en un solo día».
Hazlo ahora. Analiza tus gastos, ahorra el monto que elijas y revisa en 30 días. La constancia es más poderosa que la cantidad. Suena cursi, lo sé, pero solo hazlo y verás de lo que te hablo.
Preguntas finales para reflexionar
1. ¿Cuánto debería ahorrar cada mes si empiezo con poco?
- Respuesta breve: Empieza con lo que puedas. La clave es automatizar y aumentar un 1 % cada mes. (Ej.: $100 → $200 → $500 pesos).
2. ¿El ahorro constante vence a invertir temprano?
- Respuesta breve: No son excluyentes. Primero, crea seguridad (tu fondo de emergencias). Luego, invierte. La secuencia protege tu capital.
3. ¿Ahorrar me hará más feliz de verdad?
- Respuesta breve: ¡NO! Pero tener reservas reduce el estrés y libera recursos para comprar tiempo y experiencias, que sí aumentan la satisfacción vital.
Yo considero que el equilibrio en nuestras finanzas es parte fundamental de nuestro bienestar.
Pocas personas con problemas financieros podrían tener una mente y un cuerpo sanos. De eso se trata mi filosofía de vida, Holentia.
Debemos buscar el equilibrio, pues «demasiado al norte se convierte en el sur».
Espero que todo vaya bien, que todo vaya chévere. Es dura la vida, vibra bueno. #verygoodforlife.
Nos vemos o nos leemos, palabra. — Daury



