Aunque yo siempre pondré el «aprender a gastar» por encima del ahorro —por el simple motivo de que lo primero lleva a lo segundo—, he de decir que muchos necesitamos automatizar las cosas para poder alcanzar nuestros objetivos.
Automatizar tus ahorros, mediante transferencias programadas el día de cobro, es probablemente la técnica más simple y potente para garantizar la constancia.
Así evitamos depender únicamente de la fuerza de voluntad. Y ojito aquí: la fuerza de voluntad la necesitamos, pero mientras la construimos y alcanzamos nuestra paz financiera, debemos usar las herramientas que podamos y hacer lo que sea necesario.
El escenario ideal es liberar flujo de efectivo al realizar mejores gastos (es decir, «aprender a gastar»).
Ese es el trabajo previo que debemos hacer para asegurar que dicho exceso se capture automáticamente para el futuro.
¿Qué vas a leer?

Ahorrar para el futuro
Si cada mes prometes ahorrar y terminas sin nada, la culpa no es tuya, o no del todo. Nuestro sistema psicológico prioriza el gasto inmediato; es algo que llevamos prácticamente en nuestro ADN.
En este artículo aprenderás, paso a paso, cómo programar transferencias automáticas el día de cobro, dónde colocar ese dinero y cuánto empezar a ahorrar, todo sin sacrificios dramáticos.
Ahorrar sin pensar
Si logramos el ahorro automático, inmediatamente obtenemos el beneficio de hacerlo sin pensar. Esta «fuerza» es, probablemente, lo que te hace falta ejecutar, y la tecnología nos permite adquirirla.
A su vez, elimina muchas preguntas que podrían surgir al momento de recibir un ingreso, como: «¿ahorro hoy o me doy un gustico?«. Así se evita que el dinero desaparezca.
¿Por qué funciona?
Tal vez no te has dado cuenta, pero a los seres humanos nos encanta que nos digan qué hacer. Tenemos cierta fricción a la hora de decidir, y si automatizamos el ahorro, esa fricción se elimina en gran parte.
Tener un sistema donde, al cobrar, se hace la transferencia en automático, sustituye la fuerza de voluntad. Y repito: debemos ir construyendo esa fuerza de voluntad, porque tampoco es que nos vamos a pasar la vida en piloto automático. ¿Me sigues?
Mientras ahorramos, a veces sin ver la cuenta y en automático, esto ayuda a un nivel incalculable a nivel psicológico.
Pero, sin lugar a dudas, ver crecer el dinero poco a poco, al cabo de meses o años, nos genera confianza y refuerza nuestro hábito.
Beneficios del ahorro automático
- La automatización aumenta la tasa de ahorro sostenida.
- La constancia crea el capital psicológico que favorece la inversión en el futuro.
- Ahorrar en automático reduce significativamente las compras impulsivas y no planificadas.
Paso a paso: cómo poner el ahorro en piloto automático
Yo creo mucho en dividir las cosas. O sea, ¿por qué tenemos una sola cuenta, que es la de nómina? A veces no entiendo cómo tantas personas caen en esa trampa, que es una vulnerabilidad de seguridad.
Imagina el siguiente escenario: solo tienes tu cuenta de nómina y una sola tarjeta. Recibes el pago, supongamos 12 mil pesos. Vas a un lugar, gastas 1,000, pero eres víctima de fraude y te clonan la tarjeta. ¿Sabes lo que pasaría?
Efectivamente, tus 11 mil pesos restantes probablemente ya no estén.
Paso 1: Abre diferentes cuentas
Siempre que sea posible y sin comisiones elevadas, divide tus finanzas. Te sugiero encarecidamente un mínimo de 3 cuentas:
- Cuenta de Nómina: De esta no deberías tener ni siquiera tarjeta. Solo el acceso vía internet para mover el dinero.
- Cuenta de Gastos: Una cuenta aparte para que, una vez recibas tu nómina, pases allí el dinero necesario (no todo) para hacer tus pagos.
- Cuenta de Ahorro: Por último, pero no menos importante, esta cuenta podría estar, inclusive, en otra entidad bancaria.
Paso 2: Define qué cantidad vas a ahorrar
Te doy un truco sencillo: empieza con una cantidad que puedas. Podría ser el 1 % de tus ingresos, el 5 % o lo que tú quieras. Pero empieza.
Truco para sacar el porcentaje: Simplemente, divide la cantidad que piensas ahorrar entre tu sueldo. Por ejemplo, Luis gana 24,000 pesos y decide ahorrar 500 al mes:
500 / 24,000 = 0.0208. Multiplicas por 100 y te da el porcentaje: 2.08 %.
Paso 3: Programa la transferencia automática
Hazlo para el mismo día de cobro o un día después.
Lo ideal es el mismo día, pero a veces trabajamos en empresas que no son tan cumplidoras. Normalmente, si la transferencia programada falla por algún motivo, se ejecuta al próximo día hábil.
Paso 4: Realiza aumentos periódicos
Está muy bien empezar como Luis con un 2 %, pero, siendo objetivos, eso debe ir mejorando. No es negociable.
Cada 2 o 3 meses, como te sientas cómodo, revisa cuánto estás ahorrando. Evidentemente, es de acuerdo a tus posibilidades y toma tiempo. Tal vez en la primera revisión debas dejarlo igual, pero es nuestra responsabilidad ir aumentando.
Otro truco: si recibes un aumento, «imagínate» que no existe y mándalo directamente al ahorro. O, en su defecto, un equilibrio: si te aumentaron 1,000 pesos, 500 para ahorro y 500 para lo que tú quieras.
Paso 5: No mires la cuenta a diario
Esto es difícil, te lo digo por experiencia. A mí me encantaba ver cómo subía mi capital. Pero demasiado al norte es al sur. Al cabo de unas semanas, me dije: «porque yo mire la cuenta, el dinero no va a aumentar». Desde entonces, reviso cada mes.
Paso 6: Ten un objetivo para tus ahorros
El destino primordial debería ser construir tu fondo para emergencias. Sin embargo, ponerle nombre a tus ahorros es muy poderoso.
En mi caso, siempre les pongo nombres chistosos o irracionales, como «Uvas por Manzanas». Yo sé en mi interior que es mi fondo para emergencias. ¿Me sigues?
La constancia financiera mejora bienestar y reduce estrés (investigaciones ligan ahorro regular con menor ansiedad financiera).
Una vez que tienes el fondo de emergencias, puedes empezar a dividir tus ahorros mensuales. Por ejemplo:
- 30 % para seguir creciendo el fondo de emergencias.
- 30 % para educación.
- 20 % para vacaciones u ocio.
- 20 % para inversión.
Ya con esta guía práctica, creo que podrías lograr grandes resultados. Lo importante es pensar y actuar, planificar y organizar.
Y, ante todo, necesitamos equilibrio.
Si te quedas corto un mes, baja el porcentaje de ahorro, pero no lo elimines por completo. Así sea un 1 %, no pierdas el hábito.
Escenarios posibles o casos reales
Siendo totalmente honesto contigo, yo prácticamente nunca he automatizado mis ahorros. Una vez lo hice para un tipo de cuenta específico y con montos pequeños.
Pero sé muy bien de su poder, porque al estudiar la conducta humana y colaborar con las finanzas de muchas personas, sé lo favorable que es simplemente automatizar.
PD: En mi caso particular, me fascinaba hacer yo mismo mis transferencias. Me sentía poderoso. Hoy en día, ya sí automatizo mucho más las cosas, pero igualmente me sigue gustando la parte manual.
Para que tengas una idea, si Luis ahorra esos 500 pesos del ejemplo anterior, al cabo de un año tiene 6,000 pesos (unos 100 dólares).
¿Es poco? ¿Es mucho? Depende de quién lo vea.

Muchas personas como Luis pueden empezar con un monto pequeño y, a medida que se educan, aprenden a gastar mejor o construyen otras fuentes de ingresos.
He visto personas que trabajan en una fábrica de zapatos, que apenas saben escribir su nombre, y emprenden un negocio en su casa cocinando.
También he visto personas que saben inglés y desconocen que pueden ser instructores en cientos de plataformas para conseguir otra fuente de ingresos.
O sea, hay muchas cosas que son relativas al punto de partida de cada persona. Solo piensa en eso.
Y recuerda que mencioné hace un rato la perseverancia. Estos ejemplos podrían lograr resultados en meses o años.
Pero si de algo estoy seguro, es de que quienes no intentan nada y solo se quejan de lo dura que es la vida, esos sí que no podrán lograr nada ni en meses ni en años.
A menos que cambien de mentalidad.
Obstáculos comunes y cómo resolverlos
1. «No gano lo suficiente»
Empieza con menos ($50 o $100 pesos), automatiza y sube con el tiempo.
Evidentemente, si ganas 24 mil pesos y te quedas con un 2 % de ahorro para siempre, es poco lo que podrías lograr. Es pura matemática.
Y aunque yo abogo por aspirar a un 17 %, sé muy bien que no todo el mundo puede en todo momento. Se trata de ir trabajando y, a la vez, adquiriendo educación para aprender a gastar y a generar otras fuentes de ingresos.
2. «Necesito el dinero para gastos imprevistos»
Construye un mini-fondo (objetivo: 1 mes de tus ingresos) y prioriza. Repito: lo primero que todos deberíamos hacer es construir un fondo para emergencias.
Y eso toma tiempo.
Si ahorras el 10 % de tus ingresos y ganas 24 mil pesos, en un año tendrás el 120 % de un sueldo, o sea, poco más de un mes.
«¡Wow, un solo mes!», pensarás. Pero la realidad es que a algunas personas les toma incluso más tiempo.
Si logras ahorrar el 17 %, entonces en un solo año tienes el fondo mínimo de dos meses. ¿Me sigues? ¿Entiendes por qué es tan importante ir aumentando los porcentajes?
3. «La inflación se comerá mis ahorros»
Pero, además, si lo ahorras y lo inviertes, te ahorras casi un mes. En vez de conseguir tu meta en 12 meses, la consigues en 11 o menos.

Y no, no hay que invertir en la bolsa de valores. Me refiero a otro tipo de inversiones reguladas y de bajo riesgo, como certificados financieros o fondos de inversión abiertos.
Cada país tiene sus instrumentos (en México están los Cetes, en Colombia los CDT). Debes investigar y escoger la mejor solución para ti.
Al invertir, hay dos reglas:
- Que sea en una institución regulada.
- Que la tasa de rendimiento sea superior a la inflación de tu país.
Para que tengas una idea, en República Dominicana la inflación en 2024 fue del 3.44 %, y el retorno de cualquier fondo de inversión fue del 10 % o más.
Eso significa que si mi fondo de emergencias estaba invertido, generó un 10 % extra sin yo hacer nada. Si tenía 100 mil pesos, me gané 10 mil. O sea, sin hacer nada, me gané el 50 % de mi ingreso mensual.
Y sí, hay que quitarle la inflación y los impuestos, pero aun así, te queda algo mucho mejor que nada.
4. «Temo no poder cambiar la transferencia»
La mayoría de los bancos permiten modificar o personalizar las transferencias automáticas. Y si no, haz como yo, que cada mes, por una sensación de control, lo hacía manual.
La automatización de ahorro incrementa tasas de ahorro sostenido (estudios de comportamiento muestran mejoras significativas en ahorro cuando se usan transferencias automáticas).
Checklist sencillo
- Abrir cuenta de ahorro separada
- Programar transferencia automática el día de cobro
- Establecer % inicial (ej.: 5%–10%)
- Programar subida automática (ej.: +1% cada 3 meses)
- Revisar saldo y metas cada mes
- Celebrar cada 3 meses con una mini-recompensa
Empieza hoy
Decía Marco Aurelio:
«Podrías ser bueno hoy, pero eliges serlo mañana.»
Esto hace alusión a que nos encanta dejar todo para después. Y me incluyo, porque la procrastinación ha sido mi principal problema durante años.
Programar una transferencia es tan sencillo como entrar a tu banco, ya sea por la app o por internet, y buscar las opciones.
Haz la prueba: programa algo pequeño, como hablamos, y ve aumentando conforme evalúes tu situación y tu contexto.
El porcentaje recomendado es empezar con un 1 % e ir aumentando, idealmente hasta llegar al 17 %, por el efecto «milagroso» que logra ese porcentaje al cabo de un año.
Preguntas frecuentes
1. ¿Cuánto debo automatizar si gano poco?
- Respuesta: Empieza con una cifra pequeña que no te deje en apuros (ej. 1–3 % o $50/$100 pesos). Lo importante es la constancia; aumenta gradualmente.
2. ¿La automatización me hará menos flexible si surge una emergencia?
- Respuesta: No si divides el ahorro: una parte líquida (fondo de emergencia) y otra para metas. Además, puedes ajustar la transferencia temporalmente. La idea es no cancelar el sistema.
3. ¿Cuál es la mejor fecha para programar la transferencia?
- Respuesta: El día de cobro o un día después. Así, el dinero se guarda antes de que lo percibas como disponible y evitas compras impulsivas.
Una última reflexión
Y ni hablar de las personas pesimistas, que solo ven lo malo y dicen cosas como: «eso no es vida», «pa’ qué vivo», «la culpa es del gobierno»…
Te tengo una noticia: siempre que pienses así, te mantendrás rumiando en la misma situación.
Yo creo fielmente que la salvación es individual. Si una persona solo busca quejarse y no busca soluciones, por mí, perfecto que se quede así.
Ahora bien, si por el contrario hay una persona que quiere salir de ese estilo de vida y empezar a tener finanzas saludables, yo estaré en la mejor disposición de colaborar. Es muy común ver personas que trabajan y trabajan y no tienen nada, que viven de deudas y del día a día. De eso se puede salir, pero requiere un esfuerzo de nuestra parte. Nada caerá del cielo.
Se empieza en la mente, luego aprendemos a gastar, después analizamos la deuda y, finalmente, ahorramos e invertimos.
Si esto resuena contigo, te invito a seguir leyendo, porque es probable que obtengas algunos aprendizajes y, quizás, una mejor calidad en tu vida financiera.
Espero que todo vaya bien, que todo vaya chévere. Es dura la vida, vibra bueno. #verygoodforlife.
Nos vemos o nos leemos, palabra. — Daury



